“Hice gimnasia artística desde muy chica en el Club Central Argentino de Río Cuarto. Lo del circo surgió en la pandemia cuando estaba el Circo Servian en la ciudad, que empezaron a dictar clases, entonces me acerqué. Quería probar con algo distinto y empecé con trapecio, ahí dije: esto es lo mío. Cuando empezaron a trabajar, se dio la oportunidad de entrar al Circo, cuando se fueron empecé la gira en Mendoza”, relató Valentina en La mañana del Limón.
 

“Uno lo disfruta, transmite eso al público. Te subís, prenden la luz y ves la sonrisa de la gente. La reacción de la gente es lo que te llena”, aseguró Valentina Somaré, trapecista y acróbata de Circo Rodas.

 
La vida de la joven cambió completamente, el ritmo y la rutina son completamente distintos a los que se daban en nuestra ciudad. “En los dos circos que he trabajado hasta ahora, son circos muy grandes. He tenido la oportunidad de estar con gente muy talentosa, de aprender mucho”, dijo y agregó: “La vida de circo es compartir cosas de todos lados, tenés una rutina completamente distinta a la normal. Compartís un montón, porque salís de la casilla rodante y ves a todos juntos ahí. Es vivir en una gran familia todo el tiempo”
 
El Circo Rodas tiene cerca de 50 artistas en escena, una carpa con capacidad para 2500 personas, y el espectáculo se conforma según la capacidad de los artistas, “armamos todo en base de lo que puede ofrecer cada uno”, relató Valentina. Además, dijo que su meta actual es salir del país en gira con el circo, “es uno de los principales objetivos que tengo”, destacó Somaré.

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