El ingeniero agrónomo Alberto Maina, navega en el río de las Amazonas y no es la primera vez que lo hace: “en el año 75, viví con indios y me quedó la idea de volver. En aquella época, me hice amigo de un aborigen y ahora son comunidades, vivían al lado de una laguna. Conservaba las fotos de este hombre y las traje conmigo las fotos. Ayer estuvimos hablando con esta comunidad y encontré dos sobrinos de este hombre y una prima de una hermana”.
 
 
Maina contó en Informe16 que allí los habitantes utilizan el río de las Amazonas como si fuese grandes autopistas, todos se manejan con lanchas como medio de transportes ya sean turistas como ciudadanos.
 
 
En cuanto a la alimentación, manifestó que “se venden frutas trozadas y se comen de manera regular y frescas y hay una gran vegetación que sorprende día a día”.
 
 
Con leyendas, mitos que corren por el Amazonas, Maina se nutrió de ellos y contó una de ellas que se llama el diablo “quitacara”: alguien que se mete en la selva y vuelve con la cabizbaja, es posiblemente porque entró el demonio en su cuerpo.   
 


Informe16