Este martes declaró el forense riocuartense Martín Subirachs, en el marco del juicio por el crimen de Nora Dalmasso, precisamente en la audiencia número 23. Hasta el momento, ya declararon 54 testigos.
“Parecía que a la familia de la víctima le molestaba que levantemos pruebas de ADN”, dijo el forense Subirachs.
Fue uno de los tres primeros profesionales que trabajó en la escena del crimen. Insistió con que no era descabellado la imputación del fiscal Daniel Miralles a Marcelo Macarrón por ser el autor material del hecho debido a que se basó en pruebas genéticas que tenían el nombre y apellido del propio marido de la mujer asesinada.
Planteó que no conoce el destino de los pelos que estaban en una de las manos de Nora, él se los entregó a la Justicia y nunca hubo resultados de esos análisis.
Subirachs airmó que desde el inicio de las investigaciones los dejaron muy solos y desestimaron plenamente sus muestras, no así el FBI que coincidió con las mismas. Negó que alguna vez haya dicho que en la casa del crimen se había desarrollado una fiesta sexual.
A su vez, cree que flotaba una intención permanente en anular la prueba genética con anuencia del fiscal general de la Provincia. Aseveró que se emocionó en su declaración ante el jurado porque tenía ganas de hablar y descargarse porque fueron muchos años de “recibir palos”.
Ratificó que el forense Ricardo Cacciaguerra brindó su informe que adujo la violación basándose solamente en fotos.
Por otra parte, Subirachs fue tajante al insistir con que la víctima tuvo actividad sexual anal y vaginal consentida hasta que en un momento la persona que estaba con ella habría sufrido un ataque de irá, brote de furia y descontrol que lo llevó a asesinarla. Descartó rotundamente la violación porque no había elementos científicos que den prueba del hecho. Insistió con que fue un crimen pasional.
También declaró Mario Vignolo, forense que colaboró en el análisis de protocolo de la autopsia. Coincidió con los peritos riocuartenses que determinaron que era imposible que hubiese ocurrido una violación, de ningún modo hubo sometimiento, explicó.
Cuestionó al exforense Ricardo Cacciguerra por sus visiones cambiantes y de “mexicaneadas” durante las investigaciones.