Historizar la memoria sirve para reconocer un pasado no casuístico sino realizado, para bien o para mal, por los hombres y mujeres que lo prefiguraron, lo imaginaron y lo construyeron. Cada nuevo apremio de la Historia nos obliga a pensar y crear futuro, pero también a resignificarla como un proceso, un movimiento dialéctico que va modificando valores y acontecimientos. 

La batalla por la reivindicación de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas es un capítulo más de la lucha por la independencia política latinoamericana, a la vez que uno de los acontecimientos más importantes de nuestra historia más reciente. Como tal, entraña todavía interrogantes profundos y complejas aristas que imponen la necesidad de un análisis permanente e interdisciplinario.

Tanto la Biblioteca Popular Mariano Moreno, como institución de raíz popular ciudadana,  como la Comisión de Desarrollo Cultural e Histórico “Arturo Jauretche” de la ciudad de Río Cuarto se proponen, modesta pero decididamente, inaugurar un ciclo continuado de ponencias, charlas y debates que, en un marco de pluralidad y respeto, permitan enriquecer las perspectivas y los enfoques sobre la causa “Malvinas” y otras categorías analíticas que se puedan abordar desde ella: recursos naturales, soberanía nacional, política de defensa, conciencia marítima, geopolítica, cultura nacional, medios de comunicación, entre otras.

Propiciar una instancia de apertura sobre la temática para toda la ciudadanía se estima como un paso imprescindible para revertir tendencias que han tenido por efecto la invisibilización de la cuestión “Malvinas”, en lo que bien puede denominarse “desmalvinización”. 

Este proceso de reducción a la insignificancia de los acontecimientos que se abrió a partir del 2 de abril de 1982, comenzó con la eliminación de la dimensión histórica, social y política del conflicto; con descuido de los intereses concretos de los actores internacionales y las estrategias de control del Atlántico Sur y sus recursos que, desde hace décadas e incluso siglos, vienen desplegando sin mengua.

En otra faceta trágica, se desdibujó la figura del combatiente, que rápidamente fue transfigurado en víctima, en una sombra de sí mismo. 

En el 40° aniversario de la guerra de Malvinas, la propuesta es recuperar el debate consciente, y qué mejor que creando una instancia de expresión ciudadana donde las organizaciones de veteranos, familiares de caídos e hijos de combatientes sean protagonistas.

Las nuevas generaciones se harán cargo de realizar lo que todavía hoy es una esperanza: reivindicar las gestas heroicas de nuestros pueblos y devolverles completamente a nuestros héroes de Malvinas el orgullo tantas veces escatimado por parte de la sociedad a lo largo de estos 40 años.                    
                                                                                                                       
De inestimable importancia resulta la incorporación de las nuevas generaciones al debate permanente, con un acercamiento basado tanto en las vivencias de heroísmo y coraje que dejó la guerra, como en herramientas intelectuales que sirvan para reinterpretar los hechos de Malvinas y vincularlos con las grandes gestas nacionales de nuestros 200 años de historia. 

Resulta una tarea impostergable, que sólo culminará cuando sean definitivamente eliminados de nuestra región los vestigios de dominación colonial aún existentes y vuelva a flamear nuestra bandera argentina en las Islas.