Los expertos opinan sobre cuál es la frecuencia de lavado más habitual para tener una melena sana y brillante.
El lavado del pelo es un tema que siempre genera debate. Hay quién opina que si se lava a diario, el cabello termina por acostumbrarse, y por lo tanto lo mejor es espaciar la frecuencia. Otras personas, en cambio, no conciben su día a día sin lavarse el pelo. Incluso las famosas han entrado en el debate del lavado del pelo. Selena Gomez o Jennfier Aniston apuestan por lavar su melena cada 3-4 días. Otras, como Alexa Chung, confiesan que deben lavarlo a diario por el exceso de grasa.
Lo cierto es que los expertos coinciden en que la frecuencia del lavado depende de las necesidades de cada persona. «No es ni bueno ni malo, el pelo hay que lavarlo las veces que él lo pida.
Cada persona tiene un nivel de producción sebácea en el cuero cabelludo muy diferente, y hay que adaptar la frecuencia de lavado a esta particularidad. No es bueno lavar en exceso un cabello que no lo necesita, al igual que no es bueno aguantar el pelo sucio o la grasa en el cuero cabelludo», comenta la farmacéutica Genoveva Lucena Bello, titular de la farmacia La Espartería de Córdoba.
¿Cada cuánto conviene lavarse el pelo?
La frecuencia de lavado la marca, en primer lugar, el tipo de cuero cabelludo. Marta García-Legaz, dermatóloga y divulgadora médica del Instituto Médico Ricart, señala que «personas que tengan exceso de producción de sebo (grasa, seborrea) y/o descamación del cuero cabelludo (dermatitis seborreica) es necesario que se laven el pelo más a menudo para eliminar esa grasa y/o las células muertas descamadas y ayudar a eliminar dicha descamación ( caspa)». De la misma opinión es la doctora Beatriz Beltrán que comenta que «un exceso de grasa en el cuero cabelludo puede obstruir los folículos pilosos e incrementar el riesgo de sufrir alopecia, descamación, picores, caspa o seborrea. Por eso, en casos de acumulación de grasa en el cuero cabelludo, no lavar el pelo a menudo puede llegar a ser más perjudicial para la salud capilar que hacerlo a diario».
Además, el estilo de vida es otro factor que también influye en la frecuencia de lavado. Según la farmacéutica Genoveva Lucena Bello «personas que están expuestas a diario a condiciones de alta sudoración, como deportistas, es normal que necesiten lavar el pelo a diario».
Teniendo en cuenta todo ello, en líneas generales, una persona con el cuero cabelludo graso o con dermatitis podría lavar el pelo a diario o en días alternos. En el caso de un cuero cabelludo normal se podría hacer 3 días a la semana. Mientras que en un cuero cabelludo seco la frecuencia podría ser de dos veces a la semana. Otra opción, si no se quiere lavar el pelo a diario, pero se observa que está engrasado es recurrir al champú en seco.
Elegir un champú de uso frecuente
Uno de los puntos más importantes para que el cabello mantenga su aspecto bonito y brillante, y también su salud, es la elección del champú. Si se lava el pelo a diario, la dermatóloga Marta García-Legaz, de IMR, recalca que «lo importante es que no sea un champú con ingredientes demasiado agresivos o secantes, porque podrían dañar el pelo, por ello se suele recomendar un champú suave de lavado frecuente, sin sulfatos y con ingredientes nutritivos que permitan su uso diario». Alternar el champú de uso frecuente con otro específico para el cuero cabelludo es la clave para cuidar de forma adecuada el pelo. Además, también es importante cómo se realiza el lavado. «Para evitar daños innecesarios en la fibra capilar y conseguir una limpieza adecuada, la forma correcta es lavar el cuero cabelludo, no la melena. Si se lava el cuero cabelludo se elimina la suciedad o los restos de productos de fijación. El resto del pelo se limpia con la espuma que va cayendo sobre él», apunta la doctora Beatriz Beltrán.
Si se lava el pelo a diario solo será necesaria una jabonada, por el contrario, si se opta por lavarlo 2-3 veces a la semana, conviene aplicar dos veces el champú, masajeando el cuero cabelludo durante al menos un minuto, y aclarando después con abundante agua para no dejar restos. Para que la melena conserve su hidratación, conviene aplicar a continuación un acondicionador o mascarilla.