En el día internacional de la visibilidad trans género en La Vuelta del Perro dialogamos con un artista riocuartense Drag Queen que tiene la posibilidad de desarrollar su arte desde esta disciplina.

Alejandro Alturria  es “La Magnus”, da la vida por ella y si bien hace 10 años que se dedica a esta disciplina, se manifestó desde muy pequeño cuando empezó a interesarle el mundo artístico de la danza, luego el trapecio aéreo y así hasta llegar a conocer en el ámbito gay a las reinas de la noche, Drag Queen.

Desde los comienzos, “La Magnus”, fue rebelde y diferente a todos sus colegas del ambiente gay y drag ya que usaba su propia barba, y detalles que otros escondían. Paso de ser masculino, a androgeno ,y llegar a ser lo más femenina posible.

Durante este verano 2022 realizó una temporada teatral exitosa en Mar del Plata tras ser convocado por la compañía Transfrappe. Conocé su increíble historia de autoconstrucción.

¿Cómo te auto percibís, es algo artístico para el escenario o permanente?

- Quien convive con una Drag Queen convive con dos personas diferentes. Es una expresión artística

¿Cómo surgió en vos?

- Creo que eso ya venia de chico. Siempre jugué a disfrazarme y de a poco fui creciendo con el apoyo de mi familia, amigos y en la actualidad, de mi pareja.

En la adolescencia me encontré con el arte Drag a través de un concurso de España que vi por la televisión. Empecé a investigar y me di cuenta que en Argentina el mundo Drag era muy grande

En el camino de encontrarme con mi identidad sexual y de genero, me encontré con el mundo Drag.

¿Podes vivir del Drag?

-Hoy puedo decir que si puedo vivir de este arte porque tuve una temporada exitosa en Mar del Plata con la compañía Transfrappe a cargo del director y productor Marcelo Mariani. Fui recomendado por un artista de Río Cuarto que en la actualidad vive en Buenos Aires.

Se cumplió un sueño y hoy soy elenco permanente de Transfrappe porque ya tenemos programada una gira por Santiago del Estero, Termas de Río Hondo, Buenos Aires, Mendoza y Mar del Plata.

Antes de Mar del Plata pensaba colgar los tacos. Ahora me di cuenta que la gente busca sentirse libre un rato donde los prejuicios no tienen lugar, por eso eligen un teatro de transformismo, donde van a reírse y buscar talentos que no sabían que existían.

¿Tu familia te apoyó?

-Al principio cuando se enteraron que era gay fue una locura porque había poca información. Después de salir del closet como gay y luego como Drag se lo venían venir y fue un apoyo total.

¿Cómo es el proceso de transformación?

-Es una transformación completa ser Drag. Soy diseñador de alta moda y todo el tiempo pienso en nuevas creaciones. El Drag me llevó a encontrar mi oficio y ser más profesional.

Tanto en el transformismo cómico como en el artístico una Drag no tiene limites y puedo crear miles de personajes. Además como transformista cómico me permite ser tan extrovertido que puedo hacer reír desde un punto de vista más estético y artístico, variando y transformando mi cuerpo desde el vestuario y maquillaje.

¿Cómo ha sido el camino?

-Vencí prejuicios ajenos y propios. Muchas veces uno tiene muchas expectativas y tiene su propio saboteador interno que me acompañó mucho tiempo, lo pude mediante diferentes competencias, pude superar todos los retos, expectativas y prejuicios que tenia. Cuando aprendí a no tomarme todo de manera tan personal, se abrieron todas las puertas en el arte Drag Queen.