El ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó que "no se está contemplando un incremento en los derechos de exportaciones de los granos, el trigo, el maíz, el girasol, el poroto de soja y los demás granos".
El Gobierno nacional descartó este lunes la posibilidad de instrumentar incrementos en las retenciones a las exportaciones de granos, al tiempo que aclaró que sí buscará evitar un efecto desestabilizante en el costo de la canasta alimentaria a causa de la fuerte suba de los precios de los commodities por el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia.
La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, dijo esta tarde que "se están estudiando una cantidad de medidas", tras lo cual aclaró que "ninguna de esas medidas es la suba de la retención a la producción de maíz, la soja o el trigo".
En la misma sintonía, el ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó que "no se está contemplando un incremento en los derechos de exportaciones de los granos, el trigo, el maíz, el girasol, el poroto de soja y los demás granos".
Durante su presentación ante un plenario de comisiones del Senado para analizar el acuerdo con el FMI, Guzmán enfatizó que sí se buscará "contar con instrumentos para poder evitar que haya un efecto desestabilizante en el costo de la canasta alimentaria de millones de argentinas y argentinos" a raíz del impacto de la guerra entre Ucrania y Rusia en los precios de los commodities.
"Se presenta la oportunidad de tener una balanza de pagos más favorable, pero el impacto en el precio de los alimentos es significativo y es algo que se viene viendo en las últimas tres semanas", precisó Guzmán, que sostuvo que "el Gobierno cuenta con limitados instrumentos y siempre se busca llegar a acuerdos primero a efectos de poder lograr que este shock que para la economía en su conjunto puede ser positivo no resulte en una presión en el precio de los alimentos que dañe a millones de argentinas y argentinos".
Por otra parte, recordó que se viene "trabajando con los fideicomisos, buscando que haya contribuciones voluntarias, que se puedan utilizar para lograr una brecha entre la evolución del precio internacional y la del precio interno de los alimentos".
Sin embargo, enfatizó que se enfrenta "un shock de una magnitud que es difícil encontrar precedentes en mucho tiempo", por lo que "las decisiones que se tomen tienen que tener en cuenta la naturaleza del problema" y que "se buscan siempre alcanzar equilibrios entre los incentivos a la producción y el impacto en la inflación interna".
Este lunes, el presidente Alberto Fernández se reunió con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez; con quien también había mantenido un encuentro durante el fin de semana, además de otros ministros del área económica, entre ellos el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán; el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; y el secretario de Comercio, Roberto Feletti.
Allí analizaron un paquete antiinflacionario que se podría lanzar en los próximos días, que podría incluir la ampliación de precios cuidados por sectores para garantizar la producción; precios máximos para productos de primera necesidad, como la harina; y modificar el decreto del subsidio manufacturado de la exportación del aceite y harina de soja del 31 al 33%, para ampliar el fideicomiso de alrededor de US$ 450 millones para el trigo, en un eventual acuerdo con los industriales del sector para mantener un precio sostén.
Sobre este punto, desde el Gobierno aclararon que hay una "promoción especial para pagar menos por los productos manufacturados que se puede suspender momentáneamente" e indicaron que "las retenciones se suben por ley".
"Tenemos que entender que las consecuencias económicas de la guerra ya llegaron a la Argentina", ejemplificó Cerruti en relación a la falta de aceite en varias partes del mundo y a los consiguientes aumentos de los precios internacionales; y aseguró que "la preocupación del presidente es detener estas subas que se dan en un contexto mundial".
Repercusiones
Por la mañana, en diálogo con FM Play Urbana, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, había señalado que "está en discusión lo que tiene que ver con el diferencial en las retenciones a las exportaciones industrializadas" y aclaró que el Gobierno discute "alternativas" con el sector privado para que los efectos provocados por la invasión de Rusia en Ucrania en los precios de las materias primas "impacte lo menos posible en la mesa de la gente".
Por su parte, la diputada nacional de la provincia de Buenos Aires por el Frente de Todos (FdT) Victoria Tolosa Paz dijo que se busca "proteger el consumo y el precio interno de los alimentos", ante un contexto internacional "más que complejo".
En tanto, las Bolsas de Cereales y Comercio expresaron su preocupación ante las consecuencias de la suspensión de las exportaciones de aceite y harina de soja y plantearon que un potencial aumento de las retenciones incentivará a la "desindustrialización, desalentar la producción y frenar el ingreso de divisas de uno de los sectores que más aporta a la economía del país".
Por su parte, el vicepresidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Elvio Guía, aseguró que la medida constituye "un parche" que no resuelven el problema de la inflación y que "lo más acertado sería devolverle el IVA a los alimentos para todas las tarjetas de Asignaciones Universales y a los jubilados".
A su vez, el extitular de FAA Eduardo Buzzi dijo a Télam que un incremento en las retenciones a las exportaciones de harina y aceite de soja "afectaría solamente a las seis grandes empresas que hacen el negocio de procesamiento de soja; no afectaría de modo directo a los productores. Después ellos se arreglan, al tener una posición monopólica, de bajarle los precios a los productores".
Pedro Peretti, exdirector de la entidad, dijo a Télam Radio que la medida es "muy conveniente y oportuna dado que el mundo está en una situación de guerra y ello ha impactado en la producción de commodities".