El trigo no detiene su escalada en el mercado de Chicago, en Estados Unidos y alcanzó a los US$ 500 por tonelada, como consecuencia de la escasez en la producción y el abastecimiento del cereal que genera la invasión rusa en Ucrania.
 
 Si se toma en cuenta el valor del trigo en el mercado estadounidense previo a la invasión de Rusia en Ucrania del 24 de febrero, el cierre de la jornada del día anterior lo ubicó en US$ 321,87.
 
Esto significa que, en apenas nueve días, el trigo trepó US$ 170,5 o 52,97%.
 
 En cuanto a nuestra provincia, el secretario general del Centro de Industriales Panaderos de Córdoba, Marcelo Cauta habló en LV16 y contó la difícil situación que están pasando todos los panaderos: “está todo muy complicado y hay caos. Anoche tuvimos una reunión con más de 40 personas de distintos lugares de la provincia, fue muy fructífera”.
 
 Caula manifestó que no recuerda tanta escalada en el precio del trigo y “no sabemos cómo trasladarlo a la venta”, exclamó.
 
Asimismo, dijo que la sugerencia es “que el precio del pan francés tenga un piso de 260 pesos, 200 el pan mingón y 250 pesos el kg de criollos”.
 
 “Todos los que no quisieron aumentar mucho el pan, tendrán que hacerlo por lo menos por 50 pesos sino la situación se va complicar más aún para los panaderos”, expresó Caula.
 
 Dentro del mercado interno del sector, lo que más preocupa es la competencia desleal: “no es lo mismo para una panadería que está con todo legal que para el que no lo paga y no tenga todos los controles bromatológicos. Le aconsejo al público que vaya a una empresa que tenga todo regularizado”.

Cuando se le preguntó acerca de los índices que publicó FADA en el informe sobre el pan, en el cual se promulgó que la incidencia del trigo tiene un 15% en el precio del pan, Caula contestó que todas las asociaciones y fundaciones tienen que ver la situación de la guerra y que todas tienen su interés particular.

 Además, el secretario dijo que el precio del pan también depende del gasto en gas, electricidad, ingredientes y aseveró que “desde la pandemia siempre estuvimos en emergencia, pero nunca dejamos de trabajar por no tener un precio acorde a lo que necesitamos, como sí lo hacen otras actividades”.