El reconocido periodista Nicolás Florio falleció este viernes a la madrugada tras haber luchado más de un mes por su salud a los 78 años. Trabajó en nuestra emisora por más de 40 años, también en el reconocido periódico La Calle, participó en Somos Noticias junto a su hija, Pía Florio y realizó innumerables trabajos y participaciones periodísticas.
 
La periodista y abogada, Mabel Sánchez habló en su despedida sobre Nicolás Florio como un “profesional apasionado y padre presente” y agregó “Norma lo llamaba para la división de tareas cotidianas como padres, para ver qué podía hacer en su tiempo libre”.  
 "Nuestra historia profesional fue creciendo juntos, nuestros ingresos a las 6 de la mañana a la radio, era un crecer. Ver a la familia, ha sido un gran periodista, pero una persona muy querible”, finalizó.
 
Eduardo “Lalo” Mugnaini, quien compartió el movimiento pro Universidad Nacional de Río Cuarto a fines de la década del 60, se refirió al libro inconcluso que le había pedido el rector Roberto Rovere y dijo: “un hombre de bien, un gran familiero, nos enseñó cómo era la profesión y nos dio lesiones de humanidad. Trabajamos juntos y estaba terminando un libro que le había encargado el rector. Me había dicho cuando vuelva a estar con la familia, lo voy a terminar”.
 
El diputado nacional Carlos Gutiérrez destacó “la altura, el respeto y calidez humana de Florio” en el ejercicio de obtener información: “un decano. Mi hija menor recordaba cuando Nicolás me hacía una nota y cómo yo les pedía a ellos silencio absoluto, porque era la prenda mayor del periodismo. Demuestra el respeto, lo que Nico ganó. Cuando quería y necesitaba información, lo hacía con una altura, un respeto y calidad humana que vamos a extrañar. Deja un legado familiar importante, profesional a su hija”.
 
 
Oscar Casari, otro reconocido periodista y ex compañero de radio: “es muy impactante, duele mucho despedir a los amigos. Era mi colega junto Alberto Cretón, Aldo Casero, Tito Acosta. De una generación tal vez distinta al periodismo de ahora. Cuando terminaba la jornada periodística, íbamos a tomar el café. Siempre pensábamos en el otro”.