La diva de los almuerzos respondió todas las preguntas de los periodistas unos minutos antes de que comenzara el íntimo evento de celebración en su hogar.
Por estas horas Mirtha Legrand está celebrando sus 95 años en su departamento ubicado en la Avenida Libertador al 2800, donde la acompañan 25 de sus amigos y familiares para festejar su cumpleaños. La diva de los almuerzos sorprendió a todos y bajó hasta el hall del edificio alrededor de las nueve de la noche para hablar unos minutos con la prensa. Con el oficio y profesionalismo que la caracteriza, respondió una por una las consultas sin evadir ningún tema, y hasta se animó a hacer un chiste sobre su edad.
Al ser consultada sobre su ánimo en este día especial, la conductora respondió con una gran sonrisa: “Feliz, porque he tenido una vida maravillosa, llena de felicidad, de gente que me quería, con dos hijos divinos, un marido amoroso, un público que me ama, ¿qué más puedo pedir? Todo muy placentero”. También agradeció encontrarse bien de salud para poder reunirse con algunos seres queridos en el marco del protocolo sanitario que aplicaron para este encuentro en su hogar.
“Antes de ayer hablé con Susana (Giménez), estuve con ella porque se tenía que ir; tenía que hacer un comercial en Punta del Este”, explicó sobre una de las invitadas que no pudo asistir a la cena. “Marcelo Tinelli me mandó flores, las flores que he recibido chicos, impresionante. Chocolates y bombones también, se han hecho ricos”, comentó con humor sobre todos los presentes y detalles que le hicieron llegar durante el día.
“Nacho Viale viene con la novia. Ámbar está en Miami con Marcela, Silvestre y Alí, así que vienen Roco, Nacho y Lucía”, detalló sobre los miembros de la familia que no se perderán la invitación. ”Yo estoy impresionada de lo que sucede conmigo, porque desde las 8 de la mañana que estoy recibiendo mensajes, llegó un momento que hablé con los dos teléfonos a la vez, con los dos oídos al mismo tiempo”, explicó conmovida.
La diva lució un diseño de Claudio Cosano color agua marina y con detalles de pedrería, un clásico de su guardaropas que la acompaña en momentos especiales
“¿Vuelve a El Trece en abril? ¿Hay algún título que nos pueda dar?”, quiso saber uno de los periodistas presentes, y La Chiqui le respondió con una frase contundente: “No sé a qué pantalla. No diré más nada”. Además aclaró que no haría un especial cada fin de semana, sino más bien uno cada quince días o a lo sumo una entrega mensual en última instancia.
“Todavía no se cerró el canal”, admitió, antes de elogiar el trabajo de su nieta, Juana Viale. “La veo maravillosa, desde que empezó hasta que terminó, una maravilla. Estaba más segura, divina, elegante, distinguida, graciosa como es ella”, aseguró. En este sentido, cuando deslizaron la posibilidad de que pudiera competir con la actriz en otra pantalla expresó un rotundo “no”, pero luego dejó abierta la puerta sobre su futuro: “No te digo nada, te dejo con la intriga”.
Con gran sentido del humor, la legendaria conductora bromeó sobre sus 95 años y se mostró emocionada por la celebración junto a sus seres queridos
Sobre el final compartió uno de los tres deseos que tendrá en cuenta a la hora de soplar las velitas: “Que la Argentina salga adelante, que nos unamos todos los argentinos, que se termine con los pobres, que la gente viva bien porque es un país maravilloso que se merece que todos nos queramos y no como ahora que nos detestamos”. Y continuó: “Somos 44 millones de personas que la mitad nos queremos y la otra mitad no, la famosa grieta”.
Entre risas, cuando le pidieron que revele la fórmula para llegar a su edad con salud y buen humor, bromeó: “Ah, pero yo no cumplo 95, hoy cumplo 59″. Así se despidió de la prensa, mientras le cantaban el feliz cumpleaños y se mostraba agradecida por el cariño. Unas horas antes había charlado con Cristina Pérez y Baby Etchecopar en Radio Rivadavia. “Esta noche me reúno con amigos, no es una fiesta, es recibir el cariño, una reunión, todos con barbijos y ventanas abiertas”, anticipó.
Este año, la conductora pude volver a reunirse con seres queridos -tras casi dos años de aislamiento por la pandemia de coronavirus- y realizó un pequeño evento, pero esta vez en su departamento, a diferencia de otros años en los que se reunían en la casa de Barrio Parque de su hija, Marcela Tinayre. Para preservar la salud de la diva y evitar contagios por Covid, cada invitado debió hisoparse antes de asistir.