El Gobierno evalúa distintas alternativas para frenar el alza en los alimentos, que en enero se dispararon casi 5%. Entre las medidas en análisis figura la creación de una Empresa Nacional de Alimentos, admitió la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti, en su habitual rueda de prensa de los jueves. En esa búsqueda comenzaron a aparecer modelos donde inspirarse: los casos de Brasil y México tienen una marcada presencia.
El vecino del Mercosur tiene aceitada desde hace años su Companhia Nacional de Abastecimiento (CONAB), que monitorea e interviene en los precios de alimentos considerados esenciales al tiempo que habita importaciones cuando detecta alzas importantes. También aporta logística para que los productos de los pequeños criadores o agricultores lleguen al consumidor final en todo el territorio.
A la vez cuenta con programas que garantizan un “precio de sostén” (o referencia) para que los productores negocien con sus clientes y a la vez diferentes planes de financiación y subvención para los momentos de cosecha o zafra. En México existen programas similares.
Cómo funciona el esquema en Brasil
El gigante regional tuvo en 2021 la mayor inflación interanual en los últimos seis años: 10,06%. Explicaron la disparada, principalmente, el transporte (21,03% en el año); la vivienda (13,05%) y de alimentos y bebidas (7,94% anual, donde el café molido fue el producto que más se encareció.
Otros productos, como el arroz, los frijoles y la harina de mandioca -elementos clásicos en las mesas brasileñas para la freijoada- tuvieron variaciones, pero muy por debajo- dado la regulación oficial.
A modo de ejemplo, cuando se detecta escasez de frijoles, como sucedió el año pasado, Brasil habilita la importación (entre otros países desde la Argentina) para garantizar oferta suficiente que mantenga “a raya” los precios finales.
Con organismos como la CONAB, que efectúa el monitoreo y las estimaciones agrícolas, el vecino país regula la oferta y demanda de los productos agropecuarios.
- Tiene un programa de “precio mínimo garantizado” para los productores de la agricultura familiar (pequeños criadores de pollo, cerdos y agricultores), a los cuales el Estado les compra sus mercaderías cuando los valores de mercado están por debajo de los previstos para el momento de la cosecha;
- Hace compras directas a agricultores familiares para impulsar esa actividad en base a los precios de referencia;
- Cuentan con un sistema que garantiza la logística necesaria para que los productores primarios vendan sus productos de manera directa a los consumidores, sin otros intermediarios, en distintas ferias y puestos de los diferentes estados que conforman Brasil.
El caso de México
Otro país con políticas de incentivo a los pequeños productores, con precios sostén y subsidios o líneas de financiamiento es México.
- El objetivo es reducir la necesidad de importar alimentos básicos;
- Incentivar las pequeñas producciones y el abastecimiento regionales.
El país norteamericano cerró 2021 con una inflación de 7,36% anual, la más alta en 21 años, por el aumento sostenido en los precios de los combustibles y los alimentos.
Por qué el gobierno de Alberto Fernández piensa en crear una empresa nacional de alimentos
La idea de que la Argentina tenga una compañía estatal alimentaria no es nueva. Sobrevuela hace años, pero resurgió como alternativa por estas horas luego de que se conociera que el rubro de alimentos frescos que mide el INDEC tuvo un alza de 9% en enero, contra el 3,9% del IPC general.
La escalada del tomate y la lechuga fue uno de los motores de ese comportamiento en el primer mes del año. Y lejos de que la situación haya sido puntual, por el daño a los cultivos que provocó la sequía y la ola de calor de enero, los analistas consideran que en febrero seguirán al frente de los incrementos.
En ese marco, el director Nacional de Políticas Integradoras del Ministerio de Desarrollo Social, Rafael Klejzer, planteó que las subas de precios de los últimos meses se debe a la concentración del mercado alimenticio local, donde el Estado perdió herramientas de regulación.
Por eso consideró indispensable la creación de la Empresa Nacional de Alimentos (ENA), que asociada con pequeños productores para “planificar, regular, controlar, producir, analizar los costos y la comercialización en un mercado que hoy está concentrado en unas 10 compañías privadas”.
Para el funcionario, la herramienta permitiría “discutir más allá del precio, sino que discutís soberanamente qué producto abaratás en la mesa de los argentinos”, sostuvo en declaraciones radiales.
“El Gobierno está empeñado en ver de qué manera puede ayudar a los pequeños y medianos productores de hortalizas y verduras, que son los precios que estacionalmente más inciden en la inflación”, dijo Cerruti a su turno.
Con información de tn.com.ar