El Kremlin anunció el repliegue de unidades, aunque no detalló ni dónde ni la cantidad. Los temores por una invasión inminente.
Rusia informó este martes que algunas tropas dispuestas a lo largo de la frontera con Ucrania habían comenzado a ser retiradas, como un signo de que las conversaciones diplomáticas estaban funcionando y que su intención no sería la de una agresión al vecino país. Sin embargo, no anunció de cuántas unidades se trataba ni dónde estaban desplegadas, como para tener una verdadera dimensión de la voluntad de Moscú de enfriar las posibilidades de una guerra que podría resultar catastrófica para el pueblo ucraniano y Europa.
Como respuesta a esas maniobras, las bolsas del mundo comenzaron a revertir sus tendencias y a operar en positivo. Ucrania también se refirió a la decisión del Kremlin, aunque con reservas. El gobierno de Kiev afirmó que sus esfuerzos diplomáticos conjuntos con los aliados occidentales han logrado disuadir por el momento una temida invasión rusa. “Nosotros y nuestros aliados hemos conseguido evitar que Rusia siga escalando”, declaró a la prensa el ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba.
“Ya estamos a mediados de febrero y se ve que la diplomacia sigue funcionando”, agregó el canciller ucraniano. El Ministerio de Defensa de Rusia había dicho horas antes que algunos de los más de 100.000 soldados estacionados cerca de las fronteras de Ucrania estaban empezando a regresar a la base después de completar los ejercicios militares. Pero Kuleba subrayó que las tensiones seguían siendo elevadas a lo largo de las fronteras ucranianas y que Rusia todavía tenía que retirar sus fuerzas restantes. “Tenemos una regla: no creas lo que oyes, cree lo que ves. Cuando veamos una retirada, creeremos en una desescalada”, dijo.
Pese a las novedades que llegan desde Moscú, información publicada minutos después por la prensa británica da cuenta de que en verdad podría tratarse de una maniobra de distracción de Vladimir Putin y que los planes de invasión y expansionismo ruso continuarían su marcha.
De acuerdo a los diarios The Sun y Mirror, Rusia tendría todo preparado para invadir y bombardear Ucrania en las primeras horas del miércoles 16 de febrero. Para ello, tendría dispuesto un ataque masivo contra los comandos ucranianos de Kiev y una incursión terrestre con 200 mil fuerzas, a través de la frontera.
“Rusia está preparada para invadir Ucrania a la 3 de la madrugada de mañana (hora local) con un bombardeo masivo de misiles y 200.000 soldados, según la inteligencia estadounidense”, señalan ambos diarios digitales. “Fuentes de alto nivel dijeron que los preparativos para defender a la nación asediada continuarían, a pesar de los informes de que Putin estaba retirando algunas tropas de la frontera”.
Ucrania, rodeada
Las fuerzas de Moscú se concentran en el norte, este y sur de Ucrania en lo que el Kremlin insiste en que son ejercicios militares. Si ocurriera una invasión, no está claro dónde comenzaría. Rusia ha creado puntos de presión en Crimea al sur, en el lado ruso de la frontera de los dos países y en Bielorrusia al norte.
Los analistas que intentan descubrir cómo Rusia podría invadir dicen que cualquier ataque comenzaría con ofensivas aéreas y con misiles, probablemente dirigidos a sitios militares ucranianos.
“Si (el presidente ruso, Vladimir) Putin acepta una invasión, entonces no serán tanques o barcos en la vanguardia, sino más bien fuerzas aéreas y de misiles. Los primeros objetivos para ellos serán los sistemas de defensa aérea y la fuerza de defensa antimisiles, los puestos de mando, la infraestructura crítica, después de lo cual se garantiza la ventaja de las fuerzas rusas en el aire y la superioridad en tierra y mar”, dijo Mykola Sunhurovskyi, analista militar en el grupo de expertos del Centro Razumkov con sede en Kiev.
En las regiones separatistas de Donetsk y Luhansk, donde las fuerzas ucranianas y los separatistas respaldados por Rusia han estado en conflicto desde 2014. Esta podría ser la posición más fácil desde la cual lanzar una invasión, según expertos que están analizando en detalle los movimientos rusos.
Imágenes satelitales obtenidas por CNN muestran que una gran base en Yelnya, que albergaba tanques, artillería y otros blindados rusos, se ha vaciado en gran medida, y aparentemente el equipo se ha trasladado mucho más cerca de la frontera en los últimos días.
Además, el aumento de la actividad en los óblasts de Kursk y Belgorod, que limitan con el noreste de Ucrania, es otra área problemática. “Estamos viendo una afluencia masiva de vehículos y personal en Kursk”, advirtió en Twitter Konrad Muzyka, experto en seguimiento de movimientos militares de Rochan Consulting.
También ha aumentado la preocupación por una gran acumulación de tropas rusas en Bielorrusia. Ambos países comenzaron el jueves 10 días de ejercicios militares conjuntos.
Según el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, hay “unas 30.000 tropas de combate esperadas, fuerzas de operaciones especiales Spetsnaz, aviones de combate que incluyen SU-35, misiles de doble capacidad Iskander y sistemas de defensa aérea S-400″.
Maxar ha observado un gran despliegue de tropas y equipos a la península anexada en 2014: más de 550 tiendas de campaña de tropas y cientos de vehículos han llegado al norte de la capital, Simferopol. Luego, Maxar identificó un nuevo despliegue por primera vez el jueves cerca de la ciudad de Slavne en la costa noroeste de Crimea, incluidos vehículos blindados.
Esos nuevos despliegues se observaron el mismo día que varios buques de guerra rusos llegaron a Sebastopol, el puerto principal de Crimea.
Cualquier movimiento hacia el sur de Ucrania podría contar con la ayuda de tropas en Transnistria, la región disidente de Moldavia apoyada por Rusia, donde también se ha informado de una acumulación.