El cumbiero recibió el 2022 en compañía de su mujer Tamara, su hija Jamaica y atendió a una multitud de fanáticos que se acercaron a pedirle una foto.
El 2021 fue sin dudas el año de L-Gante y su ascenso meteórico. En pocos meses fue de la nada a la gloria: de vender barbijos en las estaciones de tren a que sus canciones estén entre las más pegadas en Argentina y el resto de América. Pero no solo los fanáticos de su música se rindieron ante su carisma, también las estrellas de la televisión, como Marcelo Tinelli, Juana Viale, Jey Mammon y la mesa de Polémica en el Bar, entre otros, alucinaron con las ocurrencias del máximo exponente de la “cumbia 420″.
Así, el músico decidió recibir el 2022 a lo grande, convocando a muchos de sus amigos a sentarse en su mesa familiar de fin de año. Según las Instagram Stories compartidas por su mujer, Tamara Báez, el festejo comenzó en la noche del 31 de diciembre, con asado, ensalada rusa, piononos y vitel toné, entre otros platos típicos de estas celebraciones. Y se extendió hasta las 10 y media de la mañana del 1ro de enero, con el día nublado y la casa ya ordenada después de haber recibido a tantas visitas.
En el medio, mucha música (cumbia 420, claro), una multitud de fans que se acercaron a pedirle fotos y cariño a L-Gante, charlas con amigos y amigas y, también, la ternura de la pequeña Jamaica, la primogénita del músico en su vínculo con Báez. “Mi mejor año. Gracias hija por hacerme tan feliz”, escribió Tamara en una foto en la que se mostró amamantando a la beba, ambas vestidas completamente de blanco, según la tradición de estas fechas.
Sin decoraciones ostentosas, en la calle, en la vereda, cerca de la gente que los admira, así fue como la pareja vivió las primeras horas del 2022. Y ya con la fiesta desatada, Tamara y Jamaica optaron por un look enteramente blanco para seguir disfrutando. La música no tenía freno pese a que la noche le iba dando lugar al día: en las stories se podía ir apreciando cómo la claridad del día nublado comenzaba a darle otro ambiente a la celebración. A las 6 y media y con cara de cansada, Báez escribió: “Un sueño, pero tengo que segundear al compañero”, en referencia a L-Gante y sus pocas ganas de irse a dormir, mientras la música seguía sonando a todo trapo.
“Recién termino de limpiar todo y sigo sin dormir. Ni yo sé de dónde saco tanta energía”, expresó Tamara a las 9 de la mañana, mientras de fondo se lo veía a L-Gante con un joystick y disfrutando del enésimo partido de fútbol en los videojuegos. Finalmente, a las 10.29 de la mañana del primer día del año, Elián, Tamara y Jamaica fueron a la cama a descansar: “Ahora sí, a dormir”, dijo ella con el pijama puesto, mientras su hija y su pareja ya estaban con los ojos cerrados.
Tamara se despertó cinco horas después y, al salir al patio de la casa, notó que la lluvia mojó todo su juego de living. “Todas las sillas mojadas... ¡voy a llorar!”, se lamentó la joven. Unos minutos más tarde, mostró cómo la fiesta volvió a empezar al recibir en su hogar a su familia para seguir disfrutando de este 2022 que ya está en marcha.