Entre bailes, conciertos, pasacalles y una misa en la que participó telemáticamente el propio Papa Francisco, el pasado 8 de diciembre día de la Inmaculada Concepción, la ciudad de Barcelona celebró un nuevo hito en la construcción de su templo por antonomasia, la Sagrada Familia. Se trata del estreno de la espectacular Torre de la Virgen María, de 138 metros de altura y la cual, a modo de guinda, quedó oficialmente inaugurada con la colocación de una estrella de 12 puntas piramidales, 7,5 metros de diámetro y 5,5 toneladas de peso, diseñada por el propio Antonio Gaudí. Hoy en la Ciudad Condal se puede observar una nueva estrella. Un faro que ilumina a los barceloneses y que ha cambiado el skyline de la propia urbe.

National Geographic