En el instituto que dirige el conocido científico Anthony Fauci en Estados Unidos se desarrolla una vacuna de ARN mensajero contra el VIH que está basada en una plataforma similar a las que se hicieron el año pasado para frenar al COVID-19. Fauci y colaboradores trabajan en ese proyecto y ya demostraron que la vacuna resulta prometedora en ratones y primates contra la infección por el VIH.
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) fue descripto por primera vez en 1983. Se han desarrollado diferentes tratamientos efectivos para controlar la infección en las personas viviendo con el VIH. También hay medicamentos que se pueden indicar como profilaxis de prevención (PrEP). Pero la posibilidad de contar con una vacuna para la prevención ha sido un gran reto y aún está pendiente.
Como se trata de un retrovirus, el VIH infecta células vitales en el sistema inmune humano. Puede provocar el desarrollo del síndrome de inmunodeficiencia adquirida con el paso del tiempo si no se accede al tratamiento. En cambio el coronavirus es un virus diferente. Afecta diferentes células del organismo y puede causar neumonías, entre otros trastornos. El sistema inmune puede responder ante la infección por el coronavirus y la persona tiene más chances de sobrevivir.
Hubo muchos intentos para desarrollar una vacuna efectiva contra el VIH. Una de las candidatas vacunales está en estudio. Se desarrolla en el marco del estudio Mosaico, que evalúa la eficacia y la seguridad. El ensayo se realiza con voluntarios de los Estados Unidos, Perú, Brasil, México, Italia, y Polonia. Ya está en fase 3, y los resultados estarán disponibles en 2023.
Ahora, se suman los resultados del estudio preclínico de la vacuna de ARN mensajero que se desarrolla en el Instituto dirigido por el doctor Fauci. Un equipo de científicos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud, publicó los resultados del estudio en la revista Nature Medicine.
Demostraron que al menos en animales la vacuna es segura y provoca las respuestas inmunitarias celulares y de anticuerpos deseadas contra un virus similar al VIH. Los macacos rhesus que recibieron una vacuna de cebado seguida de múltiples inoculaciones de refuerzo tuvieron un 79% menos de riesgo por exposición de infección por el virus de la inmunodeficiencia humana-simio (VIS) en comparación con los animales no vacunados. La investigación fue dirigida por el doctor Paolo Lusso, del Laboratorio de Inmunorregulación del NIAID, investigadores de la empresa Moderna y colegas de otras instituciones.
“A pesar de casi cuatro décadas de esfuerzos por parte de la comunidad investigadora mundial, una vacuna eficaz para prevenir el VIH sigue siendo un objetivo difícil de alcanzar”, dijo el doctor Anthony S. Fauci, quien fue coautor del artículo. “Esta vacuna experimental de ARN mensajero combina varias características que pueden superar las deficiencias de otras vacunas experimentales contra el VIH y, por tanto, representa un enfoque prometedor”, remarcó.
La vacuna experimental funciona como las vacunas de ARN mensajero contra el COVID-19. Sin embargo, en lugar de llevar instrucciones de ARN mensajero para la proteína de la Espiga del coronavirus, la vacuna entrega instrucciones codificadas para fabricar dos proteínas clave del VIH, que se llaman Env y Gag.
Las células musculares de un animal inoculado ensamblan esas dos proteínas para producir partículas similares al virus (VLP) con numerosas copias de Env en su superficie. Aunque no pueden causar la infección o la enfermedad porque carecen del código genético completo del VIH, estas partículas VLP se equiparan al VIH infeccioso completo en cuanto a la estimulación de respuestas inmunitarias adecuadas.
En estudios con ratones, dos inyecciones de la vacuna de ARN mensajero formadora de VLP indujeron anticuerpos neutralizantes en todos los animales, informaron los investigadores. Las proteínas Env producidas en los ratones a partir de las instrucciones del ARN mensajero se parecían mucho a las del virus completo, lo que supone una mejora con respecto a anteriores vacunas experimentales contra el VIH.
“El despliegue de múltiples copias de la proteína auténtica de la envoltura del VIH en cada VLP es una de las características especiales de nuestra plataforma, que imita estrechamente la infección natural y puede haber desempeñado un papel en la obtención de las respuestas inmunes deseadas”, dijo el doctor Lusso.
A continuación, el equipo probó la vacuna Env-Gag VLP mRNA en los monos macacos. Los detalles del régimen de vacunación diferían entre los subgrupos de animales vacunados, pero consistían en cebar el sistema inmunitario con una vacuna modificada para optimizar la creación de anticuerpos. Al cebado inmunológico le siguieron múltiples inoculaciones de refuerzo administradas a lo largo de un año.
Las vacunas de refuerzo contenían ARN mensajero de Gag y ARN mensajero de Env de dos clados del VIH distintos del utilizado en la vacuna principal. Los investigadores utilizaron múltiples variantes del virus para activar preferentemente los anticuerpos contra las regiones “compartidas” más conservadas del Env -el objetivo de los anticuerpos ampliamente neutralizantes- en lugar de las regiones más variables que difieren en cada cepa del virus.
Aunque las dosis de ARN mensajero administradas eran altas, la vacuna fue bien tolerada y sólo produjo efectos adversos leves y temporales en los macacos, como la pérdida de apetito. En la semana 58, todos los macacos vacunados habían desarrollado niveles medibles de anticuerpos neutralizantes dirigidos contra la mayoría de las cepas de un panel de prueba de 12 cepas diversas del VIH. Además de los anticuerpos neutralizantes, la vacuna VLP de ARN mensajero también indujo una sólida respuesta de células T auxiliares.
A partir de la semana 60, los animales inmunizados y un grupo de control de macacos no inmunizados fueron expuestos semanalmente, a través de la mucosa rectal, al virus SHIV. Dado que los primates no humanos no son susceptibles al VIH-1, los científicos utilizan un VISH quimérico en entornos experimentales porque ese virus se replica en los macacos.
Tras 13 inoculaciones semanales, dos de los siete macacos inmunizados permanecieron sin infectarse. Los demás animales inmunizados presentaban un retraso general de la infección, que se producía, por término medio, al cabo de ocho semanas. En cambio, los animales no inmunizados se infectaron de media a las tres semanas.
“Ahora estamos perfeccionando nuestro protocolo de vacunación para mejorar la calidad y la cantidad de las VLP producidas -afirmó el doctor Lusso-. Esto puede aumentar aún más la eficacia de la vacuna y, por lo tanto, reducir el número de inoculaciones primarias y de refuerzo necesarias para producir una respuesta inmunitaria sólida. Si se confirma su seguridad y eficacia, tenemos previsto realizar un ensayo de Fase I de esta plataforma de vacunas en voluntarios adultos sanos”.
Infobae