Ese es el propósito con el que este domingo partió Ricardo Herscovich, desde Villa Dolores. No tiene plazos, aunque buscará llegar al extremo norte en su verano, hacia junio o julio.
Ricardo Herscovich es piloto aéreo retirado, tiene 63 años y el pasado domingo puso en marcha lo que define como “el viaje de mi vida”. Partió desde esta ciudad del valle de Traslasierra, en su moto Kawasaki KLR 650, bautizada “Pájaro”, en una travesía que pretende culminar recién en Alaska, el helado extremo norte del continente americano.
Al “viejo motero” –tal como se autodefine- le esperan unos 30 mil kilómetros, temperaturas extremas y, al menos, siete meses sobre ruedas para llegar a destino.
“Hice muchos viajes en moto por Argentina y países limítrofes, y un día empecé a fantasear con un viaje por toda América casi como jugando, hasta que un amigo me desafió: 'si vos querés, podés', me planteó”, recuerda Ricardo. Y agrega: “A partir de ese momento, lo que era una fantasía utópica se transformó en un proyecto realizable”.
Luego de un año de planificaciones y pruebas, la moto está lista. La “Pájaro” lleva una bandera celeste y blanca, y algunos baúles con ropa, equipo de campamento, repuestos, herramientas, un GPS, mapas, botiquín y hasta una libreta de contactos.
“El viaje no está atado a ninguna estructura, no sé dónde voy a estar en Navidad o en mi cumpleaños; la única fecha posible es llegar a Alaska en verano para minimizar las inclemencias climáticas”, apunta Herscovich.
Una pequeña cruz que ya tiene en su pecho es el único objeto que carga casi como cábala de este viaje.
“Cuando un piloto deja las alas, la mejor alternativa para canalizar la adrenalina y encontrarle un significado a vivir es la moto, la moto es pasión; mientras la felicidad de rodar en una moto me acompañe, no tengo límites”, cuenta emocionado, pensando ya en algún otro sueño luego de su regreso.
En Facebook, sus preparativos y su travesia se podrá seguir en la cuenta "Viejo viajero por América". Redacción Lavoz.com.ar