El equipo económico desestima el impacto del dólar blue en los precios. Las reservas podrían caer unos USD 6.500 millones en los próximos meses por el pago a organismos y por la alta demanda de divisas.
El Gobierno busca despejar expectativas de devaluación después de las elecciones de este domingo. En el equipo económico no ven “condiciones objetivas” para un salto cambiario y distintos funcionarios salieron a asegurar que el récord del dólar blue, que este jueves alcanzó los 206 pesos, no debería impactar en los precios.
La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, ratificó hoy que “no está prevista ninguna devaluación” tras las elecciones legislativas del próximo domingo, y además destacó que “los datos de la economía muestran” que se transita por un momento “de avance y reactivación que realmente ilusionan”.
“No empieza ni termina el mundo después de la elección. El lunes se gobierna como todos los días. Esperamos que este siga siendo un país normal después de haber transitado un acto comicial transparente como es tradición en el país”, señaló Cerruti en una rueda de prensa ofrecida esta mañana en Casa Rosada.
Respecto a una posible devaluación, enfatizó: “No sé qué dicen los otros economistas. El ministro de Economía, Martín Guzmán, dice que no está prevista una devaluación. Los índices macroeconómicos nos plantean una realidad de mucho optimismo, con cautela, pero para seguir avanzando en el sentido que nos hemos planteado”.
Al iniciar su habitual conferencia de los jueves, Cerruti mencionó que hay datos económicos “nos hablan de un momento de avance, de puesta en marcha, de fortalecimiento, de reactivación de la economía que después de cuatro años de crisis del gobierno anterior y dos años de pandemia, realmente nos ilusionan”. Además, la portavoz sostuvo que “el dólar blue es un dólar ilegal que se maneja no solamente con las expectativas de la macroeconomía sino también con otro tipo de expectativa”.
En el equipo económico prestan más atención a la brecha cambiaria entre el dólar mayorista que administra el Banco Central y los dólares financieros, principalmente el contado con liquidación y le restan importancia a la distancia entre esa cotización y el blue, al que consideran un mercado marginal.
La brecha cambiaria, aseguran, forma parte de las preocupaciones oficiales. Desde un despacho oficial se detienen especialmente en uno de los efectos que tiene un brecha en ascenso y sostenida en el tiempo y que puede implicar un impacto en la fuente principal de dólares que tiene la economía argentina en la actualidad con el mercado de financiamiento externo cerrado: las exportaciones.
La lógica es que una brecha de esta magnitud provoca, por definición, una expectativa mayor de devaluación en el futuro como requisito para cerrar esa distancia entre una cotización y otra. Y eso, para el comercio exterior, porque motoriza una aceleración de importaciones, ya que las empresas buscan anticiparse y conseguir insumos y bienes finales con el precio del dólar mayorista actual antes de que suba su precio. Eso implicaría una mayor presión a las reservas por una mayor demanda de divisas al Banco Central para hacer esas compras al exterior.
Y, por el contrario, la reacción entre los exportadores sería la contraria: demorar la liquidación y esperar un tipo de cambio más favorable. En un contexto de reservas escasas, implicaría una canilla más cerrada de dólares de exportaciones, y más a pocas semanas de que comiencen las ventas de trigo al exterior que representa un ingreso de dólares relevante.
La ayuda del frente externo es una de los factores en que se apoya el Gobierno para imaginarse un horizonte de cierta estabilidad cambiaria en los próximos meses. De hecho el último dato de balanza comercial fue celebrado por el Poder Ejecutivo, ya que contabilizó que las exportaciones alcanzaron los 58.277 millones de dólares, por lo que fueron son las más altas desde 2013, algo que en parte responde a los mejores precios internacionales y en parte a mayores cantidades vendidas.
Un informe reciente de la consultora Analytica consideró que en los próximos meses las reservas podrían reducirse unos USD 6.500 millones entre la demanda propiamente dicha y los pagos a organismos internacionales, principalmente al Banco Central. Incluso, sin contar el swap con China, las reservas quedarían en terreno negativo. “Difícilmente este escenario llegue a darse, ya que antes el gobierno restringirá aún más el acceso a los dólares comerciales y financieros, afectando consecuentemente la recuperación económica”, mencionó.
Según un estudio de Ieral, de la Fundación Mediterránea, “la tarea de reducir la brecha, asumiendo la subsistencia del control de cambios, requiere un abordaje de ‘equilibrio general’, ya que medidas puntuales producen resultados fugaces, y la intensificación de los controles deriva en efectos contrarios a los buscados”.
“Una opción sería darle más volumen al mercado del contado con liquidación. En ese sentido, desde IERAL se había propuesto derivar la liquidación del ‘dólar tarjeta’ al CCL, tanto para el pago de los extranjeros de los consumos en el país, como de los locales en el exterior. De ese modo se nivelarían los incentivos de extranjeros y nativos, con un mecanismo simple y al alcance de operadoras de tarjetas y entidades bancarias, al tiempo que se incrementaba el volumen de operaciones en ese mercado”, consideró Ieral.
Este miércoles el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, había asegurado que la suba del dólar blue “no tiene por qué impactar” en el acuerdo de precios de alimentos y medicamentos, dado que el Banco Central aseguró “las divisas necesarias para la importación”.
“En el caso de alimentos, el uso de insumos importados es acotado. En el caso de medicamentos no, pero en tanto y en cuanto las empresas puedan acceder al dólar oficial para pagar sus importaciones, la medición del blue no tiene por qué impactar”, resaltó Feletti.
Durante una conferencia de prensa en Casa Rosada para presentar oficialmente el congelamiento de precios de medicamentos, el funcionario nacional puntualizó: “En la medida que el Banco Central abastezca al sector empresario de la demanda de importaciones, y la proyección de divisas que tiene da perfectamente da para hacer eso, no tendría por qué corregirse precios en función de la cotización de un mercado que es ilegal”.
“Todos lo llamamos simpáticamente blue, pero es un mercado ilegal. En la medida en que el sector empresario pueda importar al tipo de cambio oficial, la única corrección que tiene que tomar sobre sus costos es el valor del tipo de cambio oficial”, argumentó.