El fundador del fabricante de coches eléctricos consultó este fin de semana a sus seguidores en Twitter si debía deshacerse del 10% de sus títulos.
Tesla, el fabricante de coches eléctricos, ha anunciado este miércoles que su director ejecutivo, Elon Musk, ha vendido parte de su participación en la compañía para satisfacer obligaciones fiscales derivadas del ejercicio de stock options. Musk se ha deshecho de más de 930.000 acciones por un valor de 1.100 millones de dólares. Aún conserva más de 170 millones de títulos de la compañía que fundó, según la documentación presentada este miércoles ante el regulador bursátil (SEC, en sus siglas inglesas).
La cotización de Tesla se revalorizó un 4,3%, hasta 1.068 dólares por acción, poniendo fin a una venta masiva que durante varios días había comprometido la posición de la firma en el club del billón de dólares. El movimiento no ha sorprendido al mercado, dado que el magnate anunció el pasado 14 de septiembre sus planes, pero sí ha logrado apaciguar la inquietud generada por la peculiar forma de gestionar la empresa de su fundador. Tras hacer público el plan de venta, Musk pidió el sábado a sus 62,5 millones de seguidores de Twitter que votaran en una encuesta informal, asegurándoles que su voto determinaría el futuro del 10% de su participación en Tesla. En su respuesta, casi el 60% de los 3,5 millones de votantes tuiteros se pronunciaron a favor de la venta. No obstante, Musk tenía decidido deshacerse de ese paquete antes de escuchar a sus seguidores, según el documento en poder de la SEC.
El informal sondeo, a modo de globo sonda, generó turbulencias en la sesión del lunes en Wall Street, en la que la empresa se dejó el 7,2% de su valor bursátil, y unas pérdidas de 150.000 millones en apenas dos días, por temor a que el temperamental empresario ejecutara sus planes y desequilibrara por sí solo la oferta y la demanda de títulos. Con la operación, suscrita el lunes aunque comunicada oficialmente al regulador de los mercados este miércoles, Musk ha perdido varias decenas de millones de dólares al vender a un precio significativamente más bajo que si lo hubiera hecho antes de su tuit, por ganancias no satisfechas (las stock options son instrumentos financieros derivados con fecha de caducidad).
Erigido también en visionario espacial al frente de su empresa Space X, el movimiento le da a Musk liquidez para pagar los impuestos asociados con el ejercicio de las opciones, dado que su patrimonio, que según Forbes es de 281.600 millones de dólares, está vinculado a su participación en Tesla, según la agencia Reuters. De paso, se ahorra el pago del impuesto sobre las ganancias de capital que habría debido pagar si hubiera vendido las acciones sin vincular su desinversión con el ejercicio de las stock options. Gracias a este instrumento, Musk compró los títulos a un precio sensiblemente inferior al de su valor de mercado.
Pese a las turbulencias registradas esta semana, el valor de Tesla no deja de crecer. Recientemente cerró con la compañía de alquiler de coches Hertz un contrato para suministrarle 100.000 vehículos eléctricos. El fomento del coche eléctrico en los planes del Gobierno federal, que pretende reemplazar las antiguas flotas de vehículos oficiales por otros no contaminantes, también promete ser una gran oportunidad de negocio.