En Recoleta, este lunes por la tarde, un taxi circuló en llamas por la calle Paraguay, chocó contra un vehículo estacionado y explotó. El conductor se bajó del vehículo en movimiento, trató de apagar el fuego y resultó herido de levedad con quemaduras en sus manos.
Minutos antes de las 16, el auto continuó su trayecto sin chofer con las puertas abiertas y, en paralelo, el fuego avanzó hasta que llegó al tanque de gas GNC. Como consecuencia, se produjo el estallido y la colisión contra otro vehículo ubicado en la calle Paraguay, donde el coche quedó detenido. El auto chocado también quedó destruido.
Uno de los bomberos que trabajó en el incendio, el subcomisario Gabriel Rey León, informó: “Tuvimos un incendio de un vehículo de alquiler. El conductor intenta sofocarlo y, producto de la pendiente de la calle, no pudo detenerlo completamente”.
Además, explicó el desenlace los hechos. “Termina colisionando con un vehículo estacionado. Producto de las calorías, de la alta temperatura, que toma el incendio se produjo el estallido del tubo de GNC. Eso fue lo que produjo los daños en los frentes y fachadas”, señaló Rey León.
Y continuó: “Heridos, en este momento, solo el conductor, en sus manos. Nada de gravedad, todavía no fue trasladado por el SAME, está siendo evaluado en la zona para ver si va a ser trasladado o no. Respecto de los ocupantes de los edificios no hemos registrado ninguna víctima, nada más los daños materiales que se pueden observar”.
El director del SAME, en tanto, dijo en Radio Continental: “Se produjo una explosión en un vehículo en Anchorena y Paraguay. Habría un segundo vehículo involucrado. Reportan un solo herido muy leve en las manos y no lo vamos a trasladar. Ya los bomberos han controlado la situación”.
A causa del sobrecalentamiento del gas que fue liberado de forma violenta del tubo, el taxi explotó contra otro auto que se encontraba estacionado en la calle Paraguay, que luego también se incendió. A raíz del estallido se rompieron los vidrios de varios departamentos de la zona. Según precisaron los vecinos de la zona, algunos edificios se vieron afectados hasta el sexto piso.
LA NACION