Se cumplen 150 años de la institución madre de la Astronomía en nuestro país. Por primera vez desde su creación, una mujer fue nombrada directora. Pretende llevar esta disciplina a los colegios y al interior provincial.
Preguntarse para qué sirve la Astronomía puede ser una pregunta compleja. En voz de la actual directora del Observatorio Astronómico de Córdoba (OAC), esa complejidad se diluye y las palabras fluyen con didáctica y práctica simpleza.
Mercedes Gómez, quien se desempeña en la institución dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba desde hace 30 años, es docente del área de Astrofísica Estelar y especialista en Formación, Evolución Estelar y Planetaria. Es, más allá de todo ello, en conjunto con Andrea Ahumada una de las dos primeras mujeres en dirigir —por los próximos tres años— el Observatorio en sus 150 años de existencia, fundado un 24 de octubre de 1871 bajo la presidencia de Domingo Sarmiento (impulsor y promotor de la ciencia en Argentina).
Gómez remarca con claridad que la Astronomía, como toda ciencia dura, sirve para, no solo ampliar el conocimiento humano, sino que permite inferir teorías y saberes que luego serán aplicables a otras ramas científicas que tienen un beneficio palpable en la calidad de vida cotidiana de la población, como ser la medicina.
Por este motivo, fundamenta su decisión de ampliar la cantidad de personas interesadas en adentrarse en esta profesión con la intención de incorporar la Astronomía en la currícula de los colegios secundarios y de llevar, mediante convenios con el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia, estos conocimientos al interior provincial.
Al respecto, el ministro de Ciencia y Tecnología, Pablo De Chiara, reconoció la importancia del trabajo articulado, conjunto y mancomunado entre los sectores públicos y privados y, en este caso, también los académicos.
Un faro de la ciencia a nivel nacional
Como primer director de esta institución fue designado el astrónomo norteamericano Benjamín Gould, quien llegó a la Argentina junto a su familia y sus asistentes a fines de 1870.
En su primera actividad Gould y sus cuatro ayudantes se dedicaron a la determinación de la posición y brillo de todas las estrellas visibles a simple vista. Esta obra, a la que se denominó Uranometría Argentina, fue aclamada de manera inmediata por la comunidad científica mundial.
El OAC no solo realizó contribuciones a la ciencia, sino que colaboró en un gran número de trabajos que eran de sumo interés y necesidad para nuestra emergente Nación. Algunos de ellos son: la creación de la Oficina Meteorológica Nacional, la colaboración para la unificación de los patrones de medidas, las primeras determinaciones precisas de las longitudes geográficas de las más importantes ciudades del país —en base a las cuales se confeccionaron los primeros mapas de la Argentina—, y las mediciones del campo magnético terrestre. También, el Observatorio fue el encargado, por muchas décadas, de fijar y emitir por el telégrafo la hora oficial para todo el territorio.
En Córdoba nació la hora nacional. En un edificio de cuatro cúpulas emplazado en un amplio predio arbolado que, tras un siglo y medio de vigencia, hoy conserva su majestuosidad, su encanto y, en especial, su esplendor innovador celosamente resguardado por quienes allí trabajan.