Este lunes, el presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, le pidió al chavismo lograr los 10 millones de votos que el fallecido gobernante no logró, prometiendo luchar contra la corrupción y la inseguridad y mejorar la sanidad.
Tanto el candidato oficialista a la presidencia de Venezuela, como su rival Henrique Capriles, afirman que triunfarán en los comicios del próximo domingo.
Ambos se mostraron ayer igual de confiados en que triunfarán en las elecciones del domingo y renovaron el cruce de adjetivos que desarrollan desde el inicio de la breve campaña.
“Yo voy a ser presidente a partir del domingo durante seis años y voy a necesitar apoyo”, afirmó Maduro en el estado Monagas, donde, además, fue todavía más allá en su lugar de discípulo del fallecido Hugo Chávez para llamarse “hijo” del exmandatario.
A tan sólo tres días para el cierre de una campaña inusualmente corta, Maduro auguró que lo que viene el domingo “es bueno”, y que su victoria “será con 10 millones de votos”.
Por otra parte, Maduro reclamó “que nadie se quede en su casa, porque no hay excusa para no cumplirle a la patria”, con lo que, de alguna manera, puso claro el temor en algunos sectores del oficialismo por una posible abstención alta.
Con todo, el candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) insistió en que está cerca la hora en que el pueblo lo convierta a él, “hijo de Chávez”, en presidente de “una patria socialista y segura”, en la que combatirá “la corrupción y el burocratismo” y gobernará en la calle para “ver los problemas del pueblo, escuchar a la gente”.
Capriles, en tanto, no sólo confió en que está delante en la contienda, sino que hasta pronosticó que la diferencia “puede ser grande”, aunque les pidió a sus seguidores que no sean “triunfalistas”.
“El 14, cuando terminen las elecciones, no me abandonen los centros; hay que estar con los ojos abiertos; a los ‘enchufados’ les gusta hacer trampa”, advirtió Capriles frente a una multitud en el céntrico estado Guárico.
El postulante de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) pidió que “nadie sienta miedo” al votar, porque “el único que va saber cómo vota cada uno de ustedes son ustedes y el que está allá arriba, más nadie”, una forma de alejar un supuesto temor que la oposición suele atribuir a presuntas persecuciones del oficialismo.
Capriles insistió ante sus seguidores que no se trata de que lo “acompañen hasta el 14 de abril” y lo lleven a la presidencia, sino de que los escolten “hacia la transformación del Estado y de Venezuela”, y renovó un fuerte pedido para que los venezolanos “derroten al miedo”.
El domingo serán 18,8 millones los ciudadanos habilitados para elegir presidente en 39.322 mesas distribuidas en 13.683 centros de votación.