El último informe firmado por los doctores Facundo Manes y Gerardo Bozovich fue el miércoles 23 de octubre cuando la Presidente se realizó una tomografía computada de control en la Fundación Favaloro y se emitió un parte médico donde se dieron detalles hasta entonces desconocidos sobre el estado de su corazón.

Si bien el control se realizó por la cirugía a la que fue sometida para drenar un hematoma subdural, ese día se dio un extenso comunicado donde se mencionaron una serie deestudios cardiovasculares por "episodios previos de hipotensión arterial y por un trastorno de la conducción cardíaca con bloqueo de rama izquierda", según explicaba el texto difundido ese día.

Uno de los más eufóricos fue el vicepresidente a cargo del Ejecutivo, Amado Boudou, al señalar que "ella está todos los días un poco mejor, lo importante es que está haciendo la recuperación, se está preparando para volver con toda la fuerza". En la misma línea se habían pronunciado el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, y el hijo de la jefa de Estado, Máximo Kirchner.

La salud de Cristina Kirchner se ha manejado desde entonces con extremo hermetismo. Los propios funcionarios admiten que no han podido hablar con ella o al menos ingresar a la Quinta de Olivos, donde está descansando, para interiorizarse del estado de salud de su jefa.

Lo único que se sabe es que continuará en reposo hasta que se cumplan los 30 días de la cirugía, que se cumplirían la próxima semana.

La última declaración sobre el tema la brindó hoy el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, al decir que la Presidente "evoluciona bien y está en proceso de plena recuperación; la mejor forma de ayudarla es trabajando, y es lo que estamos haciendo (el ministro de Defensa) Agustín (Rossi) y yo en este momento", dijo al firmar el convenio sobre los controles psicofísicos a los maquinistas de trenes.(infobae.com)