Cada vez son más. Las fotos y los videos se viralizan y su presencia divide a un barrio. En plena campaña electoral y debates políticos, los carpinchos en Nordelta llegaron para quedarse y su presencia generó tanto furor que hasta National Geographic contó la "invasión" que se vive por estos roedores "que vuelven al territorio que les pertenece desde hace miles de años”.
En la publicación destacan en primer lugar que el barrio fue construido sobre uno de los humedales del río Paraná, "uno de los más septentrionales de Argentina. Después del Amazonas, es el caudal más importante de América Latina" y que allí funciona el hogar de una amplia diversidad de animales de ecosistemas húmedos, entre ellos claro, "los capibaras" -como los llama la revista- o mas conocido aquí como los carpinchos.
Cuentan que Nordelta se caracteriza por ser el hogar de las familias más acaudaladas. Con propiedades que pueden estar tasadas hasta en 6 millones de dólares. Pero "ni siquiera los mejores agentes de bienes raíces han logrado contener la invasión de capibaras que hoy aqueja terriblemente a los vecinos".
Tal como informan, a partir del año 2000, el humedal fue reemplazado por el country incluyendo canchas de golf y de fútbol y 31 nuevos barrios dentro de los 16 kilómetros cuadrados.
La revista especializada en temas de historia, cultura y naturaleza repasa el dolor de cabeza que la llegada de estos roedores ocasionaron entre los vecinos. Espantan a los perros. Amedrentan a los gatos. Se comen el pasto y las flores importadas y ocasionado accidentes de tráfico.
También mencionaron que durante los últimos días los vecinos de Nordelta se refirieron a los carpinchos como “pestes" y "plaga”, mientras que por otro lado organizaciones de la sociedad civil "favorecen el derecho de estos animales de ocupar el territorio, que les pertenece naturalmente desde hace milenios”.
En su publicación, la National Geographic también cuestionó si “la tierra es de quien la trabaja”. Y ante esto desarrolló: "Antes desplazados por el desarrollo urbanístico exclusivo e irresponsable, los capibaras están retomando el territorio que perdieron hace más de dos décadas. Aunque los vecinos enardecidos del Nordelta intenten erradicarlos, tienen la presión de la mirada del mundo sobre la espalda. Algunos lo han llamado, incluso, un claro ejemplo de lucha de clases”, publicaron al respecto.
Según un relevamiento de la revista Locally de Nordelta, un 51% de los vecinos del country está en desacuerdo con la reubicación de los carpinchos. Y un 49% asegura que es necesario por el bien de los animales y la seguridad de los vecinos.
El fin de semana pasado el Ministerio de Ambiente y Desarrollo de la Nación se expresó sobre la "invasión" de carpinchos. A raíz de denuncias de vecinos de un barrio privado sobre supuestos ataques a perros y residencias, dijeron: "Como los carpinchos son animales que viven en zonas de humedales y su alimentación es de tipo herbívora, no deben ser vistos como una figura de peligro para las personas u otras especies, en tanto no son predadores".
Hace algunos días, la Asociación Vecinal de Nordelta (AVN) anunció que comenzaría a crear espacios de refugios para que los carpinchos pudieran asentarse en áreas de mayor vegetación, óptimas para su desarrollo y su alimentación.