La madre de la nena perdida en San Luis explotó de desesperación y bronca. “Me cansé!. Perdón hija por tanta injusticia!”, escribió la mujer en las redes sociales.
Después de 70 días, cientos de allanamientos y más de mil inspecciones, fue un nuevo perro rastreador el que detectó en las últimas horas que Guadalupe Belén Lucero, la nena que desapareció en San Luis el 14 de junio, fue raptada en la puerta de la casa de su tía y llevada después hasta la Ruta 7, donde su olor se pierde.
“Ayer volví a vivir la desesperación que tuve el primer día que Guada desapareció”, expresó ayer a través de un posteo en Facebook la madre de la menor de cinco años, Yamila Cialone. “Llegué a la zona cero y me encontré con la noticia de que a mi pequeña la sacaron por la ruta, desbordé en llanto y en impotencia, bronca, angustia porque era el primer dato del caso de Guada después de dos meses”, agregó.
Los nuevos operativos para dar con Guadalupe arrancaron el viernes pasado con la incorporación de Santiago Díaz, integrante de la Brigada de Rescate con Intervención Canina. En diálogo con La Mañana de Dimensión, él mismo explicó que los primeros trabajos se llevaron a cabo en la casa dela mamá de la nena en la zona norte de la capital puntana, a quien le pidió pertenencias de su hija para que los perros pudieran detectar su olor.
“Me entregó una prenda en una bolsa y unas botas en una caja, por medio de una técnica de odorología forense hice una extracción y lo trasladé a unas gasas estériles para poder trabajar con los perros”, relató Díaz. Después, se trasladaron a la casa de la tía de Guadalupe en el barrio 544 Viviendas y fue allí donde uno de los animales hizo la primera “marcación”.
El perro detectó el aroma de la pequeña en el medio de la calle frente al domicilio, donde ella había estado jugando con sus primos antes de desaparecer. La pista los llevó en dirección norte y en un cantero, ubicado no muy lejos de ese mismo lugar, raspó uno de los ladrillos para alertar sobre algo. Díaz aseguró que encontraron un “objeto” que sería de interés para la causa: “Hay que ver si a dos meses, se puede recolectar ADN”.
Con los nuevos datos surgidos tras la intervención de la Brigada canina, los investigadores suponen ahora que Guadalupe fue “cargada” a un vehículo después de cruzar por el descampado colindante a la zona cero.
La mamá de la nena desaparecida participó este lunes de la reconstrucción a la que llegaron los animales, y más tarde compartió sus sensaciones en Facebook. Viendo el recorrido, llegamos a la ruta, también a los famosos cerros donde mí hija había jugado el domingo 13 de junio (la menor había estado un día antes de desaparecer en esa zona con su padre). Estando ahí y viendo esa ruta con la cantidad de autos que pasa, los camiones, el descampado y la zona vacía, entré en crisis”, escribió Cialone en sus redes.
La nena es de tez trigueña, tiene cabello lacio, por debajo de los hombros, un lunar en la mejilla izquierda y al momento de su desaparición vestía una campera parca negra con capucha, buzo rosa y llevaba botas negras. Interpol emitió una alerta amarilla para buscar la nena en todo el mundo, colocando en su página una fotografía con sus datos esenciales.