La ministra de Salud, Carla Vizzotti, dijo que ese envío permitirá producir 880 mil dosis del segundo componente.
El Gobierno nacional adelantó que la semana próxima llegarán al país los reactivos necesarios para continuar con la producción del segundo componente de la vacuna Sputnik V en el laboratorio Richmond, buscando así bajarle el tono a las tensiones con Rusia por los retrasos con la entrega de las segundas dosis de la vacuna contra el coronavirus.
“La prioridad es para completar el esquema de todos. La dificultad es con el vacío que tenemos ahora con la Sputnik porque Sinopharm está llegando en cantidades suficientes y Astra (por AstraZeneca) estamos recibiendo y se va a priorizar completar los esquemas”, repasó la ministra de Salud, Carla Vizzotti, en declaraciones a radio El Destape.
La funcionaria nacional dijo que el trabajo apunta a “seguir recibiendo vacunas de Rusia de forma sostenida” y se refirió a la dura carta que Cecilia Nicolini le envió a las autoridades rusas semanas atrás para exigir que se cumpla con el envío de las segundas dosis, para así poder completar los tratamientos con esa medicación que desarrolló el Instituto Gamaleya.
“Como resultado de ese mail, de esa presión a Rusia, es que se está acelerando y muchísimo el trabajo a través de Richmond de recibir prioritariamente el componente dos. Ya están esperando el control de calidad 143.000 dosis para principios de agosto, más de 880.000 para la segunda semana de agosto y con estos 500 litros que son otras 880.000 y otro embarque para la semana que viene, realmente como producto de esta negociación intensa está aclarando un poco el panorama en cuanto al componente dos que es el objetivo mayor porque es la tensión mayor que estamos teniendo”, dijo.
Por lo pronto, el laboratorio Richmond cuenta con la certificación de Gamaleya para producir la primera dosis. Respecto a la misiva de Nicolini, Vizzotti agregó: “Es una práctica muy común enviar a los proveedores y discutir los contratos y solicitar y, entre comillas, presionar para que se cumplan los contratos”.
“Ante una situación mundial como la que venimos viendo hace meses que es una dificultad en la producción no solo en el Instituto Gamaleya sino de todos los laboratorios productores de vacunas del mundo, la verdad que es algo muy habitual en estas negociaciones, estos pedidos, estas presiones entre comillas. Si no lo hacemos nosotros, lo hacen otros”, completó.