Carlos Díaz, especialista en adicciones, habló del tratamiento que recibió el Diez y señaló que algunos familiares sí estaban comprometidos y otros no.
Diego Armando Maradona murió el 25 de noviembre de 2020 y la Justicia investiga a los profesionales de la salud que lo trataron durante los últimos meses. En la causa, hay siete imputados y los más complicados son el psicólogo Carlos Díaz, la psiquiatra Agustina Cosachov y el neurocirujano Leopoldo Luque.
Luego de la indagatoria, el especialista en adicciones habló por primera vez de la investigación en una entrevista con Intrusos. Durante la charla, dio detalles del día que conoció al Diez, el 26 de octubre, unos días antes de que cumpliera 60 años: “En el primer encuentro con Diego noté que era una persona que necesitaba ayuda en ese momento. Estaba dispuesto a recibirla. Más allá de las dificultadas que revisten estos tratamientos de adicciones es importante que el paciente quiera colaborar, y Diego colaboraba. Entendía que tenía que hacer un cambio de vida en ese momento”.
Tres días más tarde, conoció a Cosachov y Luque en una reunión en la que se pusieron de acuerdo para ver qué tratamiento debía seguir el ex de Claudia Villafañe. “Hubo un consenso generalizado de que Diego necesitaba una hospitalización para la desintoxicación. Lo que caracteriza a la adicción es la ambivalencia, por momentos esa persona quiere dejarse ayudar y por momentos no. Por eso es que los tratamientos son tan complejos. Él entendía que necesitaba un cambio de vida y esos cambios tenían que ser drásticos”, señaló.
Además, Díaz manifestó que el ex director técnico “estaba transitando un consumo problemático de alcohol y también abusaba de psicofármacos”. Y cuando fue a su casa observó que Maradona era quien tomaba las decisiones y aclaró que no son fáciles los tratamiento para pacientes con adiciones: “Es muy complejo establecerle límites a una persona con un consumo problemático y más aún cuando es alguien que logró todo en su vida”.
Por otra parte, se refirió a la enorme exposición que tuvo en los medios por la investigación en la Justicia: “Fueron meses atípicos, afortunadamente cuento con la confianza plena de mis pacientes y sus familias que saben del esfuerzo que uno hace y de lo difícil de tratar a este tipo de personas. La enfermedad no se toma feriados y uno está presente y siempre abocado a los pacientes y sus familias. El impacto mediático fue feo para la familia, incluso se planteó que hubo intenciones de matar a Maradona”.
La familia de la leyenda del fútbol, en particular sus hijas Dalma y Gianinna, han asegurado que quieren ver presos a los profesionales imputados en la causa. Al respecto, el psicólogo manifestó: “Trato de ser compasivo con los familiares de los adictos, porque entiendo que muchas veces se encuentran muy dañados por la enfermedad de los pacientes que suele ser el emergente sintomático de un sistema disfuncional, de una familia que no funciona. Muchos familiares de adictos también desarrollan problemáticas severas producto del consumo. Es una enfermedad compleja que no solo daña al adicto. El adicto es por lo general el emergente”.
Luego, afirmó: “Es la primera vez que un familiar de un paciente trata con tamaña ingratitud a los profesionales que trataron a su padre. Al contrario, uno normalmente encuentra apoyo y acompañamiento. La verdad es que uno lidia permanentemente con situaciones muy complejas. Por lo general las familias suelen entender porque viven de cerca lo mismo que vivimos los profesionales, saben lo difícil que es tratarlo”. Cuando le consultaron si las hijas estaban involucradas con el padre, el profesional respondió: “Algunas personas de su familia estaban comprometidas y otras no. Son cuestiones muy personales”.
Por último, Carlos Díaz explicó por qué aceptó tratar un caso tan especial como el del astro del fútbol: “Maradona era tan importante como el resto de mis pacientes y tan complejo como el resto de mis pacientes. Yo me sentía y me siento capacitado para tratar a un paciente como Maradona”.