El desesperado pedido de un argentino que quiere participar del rescate de su sobrina en el derrumbe de Miami: “Cada piedra removida nos acerca a ella”
Nicole Langesfeld y su esposo, Luis, están desaparecidos. Su familia reclama a las autoridades estadounidenses que aceleren el operativo. La carta de su tío Andy.
Con cada reporte oficial que se publica aumenta la angustia de los miembros de la familia Langesfeld. El 24 de junio, antes de que se derrumbara un ala del condominio de 12 pisos ubicado en 8777 Collins Ave, fue la última vez que supieron de Nicole y su esposo Luis. El inesperado siniestro ya se cobró cinco vidas y 156 personas continúan desaparecidas bajo los escombros.
Andy, el tío de Nicole, sabe que en este tipo de catástrofes las primeras horas son las más importantes, ya que a medida que pasa el tiempo disminuyen las posibilidades de encontrar sobrevivientes.
Sin embargo, cada vez que se acerca a las inmediaciones de donde solían vivir Nicole y Luis, una imagen le genera dolor y desesperación. “Hace tres días que me acerco hasta donde me dejan a la montaña de escombros esperando ver cientos de personas en fila pasándose piedras y maquinarias moviendo escombros pesados, pero lo que he visto en esos tres días críticos desde la madrugada del jueves 24 me ha dejado desalentado e impotente”, compartió Andy a través de las redes sociales.
Si bien los equipos de bomberos y rescatistas ya sacaron a dos personas entre los escombros y a más de 35 de la parte del edificio que no se derrumbó, la familia Langesfeld busca alguna forma de acelerar el lento procedimiento de salvataje.
“Mi dolor y angustia están compartidos y reflejados en los llantos y caras de docenas de mamás, papás, tíos, tías, hermanos, hermanas, parejas y amigos que tienen a sus seres queridos abajo de lo que uno consideraba era un techo que les daba protección a sus seres queridos y que en cuestión de segundos se ha convertido en la peor pesadilla”, continúa el tío de Nicole en su posteo.
En medio del trágico panorama, solo tiene una idea en la cabeza: cómo poder ayudar a los rescatistas para así aumentar las posibilidades de encontrar a Nicole y a Luis con vida.
“Quiero que la ciudad nos deje, a quienes quieren y pueden, literalmente ponerse guantes y formar líneas de remoción de escombros”, propuso Andy. En ese sentido, reconoció que los rescatistas cuentan con un entrenamiento especial para este tipo de situaciones y que la ayuda desordenada de los vecinos podría tener efectos contraproducentes.
Por eso, aclaró que lo más productivo para rescatar a los sobrevivientes a tiempo sería dejar trabajar a los profesionales en la “primera línea” pero asistidos por “cientos de personas físicamente fuertes y dispuestas “alineadas detrás de ellos, turnándose y moviendo material para despejar”.
“Apreciamos la enorme cantidad de comida y elementos de confort donada a los familiares, eso se ve y luce bien en los medios y por supuesto reconforta, pero pido a las autoridades competentes que nos permitan actuar de manera urgente e inmediata y permitir a quienes estén dispuestos a trabajar físicamente en equipo junto a los rescatistas que están en el lugar y poder repartir mejor el esfuerzo”, aseguró el tío de Nicole.
Por último, rogó a la comunidad que sólo se presenten quienes únicamente entiendan que esta actividad puede presentar ciertos riesgos: “Personas pensando en realizar acciones legales si se lastiman en el esfuerzo, por favor abstenerse”, advirtió.
“Hace tres días que la voz de Nicole me llega directamente al corazón. Su pedido de ayuda será inaudible para los equipos, perros y gente en la zona, pero yo quiero gritar por ella con todo mi ser. Y estar con ella, y darle la mano y decirle que su increíble mamá Andrea, y su papá Pablo, y su hermano Martin y abuelos, tíos, primos, amigos, sus compañeros de trabajo y Zoe su perrita la quieren, estamos con ella y estamos moviendo cielo y tierra para encontrarla junto a Luis”, concluyó.
En las últimas horas, las autoridades gubernamentales informaron que los trabajos de rescate se vieron complicados por un fuego “grande” en el interior de los escombros.