"Contento por la vuelta a los entrenamientos, decidimos que los jugadores de Río Cuarto entrenen conmigo acá, y los de Olaeta lo hagan allá con el preparador físico. En la ciudad hay aproximadamente 20 chicos y dividimos el grupo en dos. Nos juntamos en el Centro Cívico a realizar trabajos físicos y otros días alquilamos una cancha de fútbol sintético para poder trabajar la parte táctica. Mientras que en el pueblo hay 18 y también se agrupan en dos burbujas", comentó el entrenador.
Y agregó: "Mientras se pueda entrenar, nosotros queremos aprovechar este tiempo para llegar de la mejor forma a la reanudación del torneo. No se trabaja igual que con el grupo junto pero la idea es no perder en lo físico. Lo mental tiene un papel fundamental porque no se sabe que va a pasar con respecto a la competencia".