Así es “Amonita”, nueva película con Kate Winslet sobre un romance entre dos mujeres
- 28/05/2021 16:07 hs
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Junto a Saorsie Ronan componen a una fugaz pareja de amantes decimonónicas y enlazadas por la ciencia en “Amonita”. Calificación: Buena. En Flow.
Que la desolación del deseo se parezca a una playa rocosa no quita que su magnetismo pueda lucir como un fósil extinto. En ese contraste o tensión milenaria se apoya Amonita, la película de Francis Lee que cuenta asimismo con dos cuerpos estelarmente sólidos en su lento pero inevitable acercamiento.
La pionera histórica Mary Anning (Kate Winslet) sobrevive como paleontóloga en la salvaje región costera de Lyme a mediados de siglo XIX, puliendo amonitas con sacrificado esmero para vender a los turistas. Será la llegada de un acomodado matrimonio londinense de “gira arqueológica” –compuesto por Roderick Murchison (James MacArdle) y Charlotte (Saorsie Ronan), quienes dejan entrever pronto la falta de pasión– lo que sacudirá su hermetismo.
Tras una tan breve como íntima estadía en el lugar, Roderick le propone a Mary que Charlotte se resguarde allí por una temporada para mitigar su diagnosticada melancolía. La presencia solitaria de la joven despierta en la anfitriona una pulsión adormecida, precedida de una escena en un jardín bucólico donde una mujer mayor busca seducir a Mary; señales de un pasado sensual tapado por restos científicos.
Las miradas y el tacto subrepticios se convierten en conductos del ardor entre las protagonistas, una subida de temperatura que enciende la superficie inerte. Todo Amonita sugiere ese desplazamiento empírico, evidente en el vaivén rústico entre la intemperie hostil y la calidez doméstica del hogar, entre el sonido rugiente del viento y las olas y los pasos sobre la madera, entre las panorámicas abiertas y los primeros planos de una vela o un corsé ceñido.
La comparación con la reciente y celebrada Retrato de una mujer en llamas es apropiada, pero también resbalosa: la hermandad mimética entre ambos filmes esconde sus matizados desencuentros, acaso en la fragilidad arty del drama de Céline Sciamma y la complacencia sensible de la película de Lee.
En su vitrina de museo naturalista, Amonita es más una esmerada actualización MeToo de Ángeles e insectos, e incluso una inversión lésbica de Titanic en la que el personaje de Winslet retrata ahora a su amante tendida. La convencionalidad, como tantas otras veces, descansa en la certeza de que la consumación nunca es tan excitante para el espectador como para sus partícipes. Si alguna lección deja Amonita una vez apagadas las cenizas de su fuego es que quizás la piel sea menos fascinante que el fósil, en cuyas espirales se cifra una devoción sin tiempo.
Amonita
Reino Unido, Australia, EE.UU., 2020. Guion y dirección: Francis Lee. Con: Kate Winslet, Saorsie Ronan y Gemma Jones. Duración: 120 minutos. Plataforma: Flow.