Según cálculos privados que estiman las ventas al exterior de la oleaginosa y otros cereales, las exportaciones del sector llegarán este año a USD 35.900 millones, un 36% más que el año pasado.
Finalizó una semana en la que el precio internacional de la soja se ubicó por encima de los 600 dólares la tonelada, algo que no sucedía desde agosto de 2012 y casi duplicando el valor que mostraba el año pasado para esta misma época. También se registró un importante incremento de las cotizaciones de los cereales. Todo esto permitirá que el Gobierno reciba un ingreso mayor de divisas por las exportaciones y en concepto de derechos de exportación, mientras el productor por las retenciones y el desdoblamiento cambiario recibe el 37% del valor externo de la soja.
En un momento muy ajustado en materia de existencias globales, y con una demanda que sigue muy activa, los precios aumentaron por un arranque dubitativo del ciclo agrícola 2021/22 en Estados Unidos, por faltante de agua y probabilidad de sequía en algunas zonas, y también impactó una producción de maíz en Brasil, que es el principal exportador mundial, que se viene recortando a medida que avanza el ciclo del cultivo.
Por este aumento de los precios internacionales de los granos, de acuerdo a un informe del economista de la Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón, se proyecta un ingreso por las exportaciones de los granos y principales derivados industriales que ascenderá a USD 35,9 mil millones, con un crecimiento de USD 9,6 mil millones en relación al año anterior. Y también aumentará el aporte en materia de derechos de exportación que están relacionados a estos productos, donde el Tesoro nacional podría recibir unos USD 8,6 mil millones, registrando un aumento de USD 2,8 mil millones en comparación con el 2020.
Del aumento externo de los precios agrícolas también se beneficiará el Banco Central, ya que de acuerdo a lo manifestado por Juan Manuel Garzón, permitirá engrosar el nivel de reservas, aflojar un poco la restricción sobre importadores y continuar con su objetivo de desacelerar la tasa de crecimiento del tipo de cambio oficial.
Hay que recordar que se registró un aumento significativo en los últimos meses del nivel de liquidación de dólares del sector exportador. Según la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro Exportador de Cereales, los dólares que ingresaron al Banco Central pasaron de USD 5.018 millones en el primer cuatrimestre de 2020 a USD 9.755 millones en mismo período de este año, un aumento en la disponibilidad de divisas de USD 4.738 millones. Además, la liquidación diaria de abril fue de 144 millones de dólares, un registro alcanzado muy pocas veces en los últimos años. Restan todavía tres meses fuertes en materia de liquidación, mayo, junio y julio, donde sería de esperar un ingreso mensual igual o superior al del mes de abril (USD 3.031 millones).
Comercialización
“Por muchos motivos (generación de divisas, ´combustible´para la recuperación económica, ingresos fiscales, etc.) la escalada de los precios resulta más que oportuna para Argentina que está terminando de cosechar los granos del ciclo y que dispone de bastante producción sin vender aún”, dijo el economista, quien señaló que en base a datos del ministerio de Agricultura, se proyecta para mayo que los productores comercializarán con precio cerrado unos 12 millones de toneladas de soja, un 26% de una producción estimada en 46 millones de de toneladas.
En cuanto al maíz, con una comercialización que fue más rápida, el informe de Juan Manuel Garzón proyecta que se puede estar llegando a 25 millones de toneladas hacia fines de este mes, un 50% de un volumen de cosecha total cercano a 50 millones.
“A diferencia de la soja, la exportación de maíz representa el 70%-72% de la producción aproximadamente, por lo que quedaría pendiente de venta un 20%-22% del volumen producido, son entre 10 y 12 millones de toneladas. El nivel de precios que tiene el cereal en el mercado interno es realmente muy bueno, lo que seguramente está induciendo a una rápida comercialización, más si considera el riesgo latente de una posible intervención del gobierno a los efectos de bajar los precios de mercado”, aportó el economista.
Por último, Garzón consideró que “el contexto global es de escasez por lo que los precios debieran mantenerse relativamente altos por un buen tiempo a los efectos de racionar la demanda y hasta tanto las buenas cosechas de los productores líderes como Estados Unidos, Brasil y Argentina vayan haciéndose efectivas. De todos modos, se observa una gran volatilidad en los precios de mercado, y no puede descartarse alguna reversión en los valores asociada a factores financieros y/o macroeconómicos globales”.