Álvaro Juan Aparicio Díaz, alias “Licenciado Ahú Sari Merek”, fue el jefe de la Fundación Académica Seshen, que ofrecía sesiones de terapia, clases cotizadas en dólares y viajes a las Pirámides.
Cada uno se cuenta a sí mismo como quiere. A simple vista, si uno observa sus papeles fiscales, Álvaro Juan Aparicio Díaz es un hombre extranjero de 63 años radicado hace al menos una década en el país, dedicado según la AFIP a la edición de libros. No tiene tarjeta de crédito ni cuentas o empleados a su nombre, ni siquiera deudas recientes en cuentas bancarias según registros consultados. Es un hombre callado y tranquilo, con un domicilio en la sierra de Córdoba. Pero el personaje que Díaz se inventó a si mismo es mucho más interesante.
Durante los últimos siete años, Díaz operó como el líder de la llamada Fundación Académica Seshen, una organización que vendía a sus fieles un ticket de ingreso a la sanación y la espiritualidad del Antiguo Egipto, llamada así por el loto azul que crece en las aguas del Nilo, un símbolo de renacimiento en la teología de los faraones, con una variada oferta.
El mes pasado, Díaz fue detenido junto a siete cómplices, según confirmaron fuentes de la causa a Infobae, encabezada por la Fiscalía de Instrucción de Cura Brochero, a cargo de Analía Gallarato. Los delitos: asociación ilícita, estafas reiteradas, ejercicio ilegal de la psicología.
Ofrecía viajes con “posgrados de medicina tradicional egipcia y psicología Seshen” para “maestros de su escuela” además de meditación en los cuerpos “visibles e invisibles”. Ninguno de ellos, según la acusación en su contra, era psicólogo. Sus propios seguidores los denunciaron, lo que inició la causa en su contra.
En las últimas horas, la fiscalía anunció un fuerte avance en la causa: hay once imputados en total, entre ellos una funcionaria judicial santafesina. Para todos se dictó la prisión preventiva en las últimos horas, Aparicio incluido.
También, se amplió la imputación para el maestro de la organización, según confirmó el Ministerio Público Fiscal de Córdoba de manera oficial: fue acusado de abuso sexual simple en forma reiterada por una víctima que lo acusó de “tocamientos” que se repitieron durante varios años. La víctima, según fuentes del caso, también era una damnificada por los negocios de la organización.
Según sus sitios web, Seshen ofrecía costosos viajes a las Pirámides con visitas guiadas por Díaz mismo, clases online con suscripciones en dólares y títulos grandilocuentes. “Aprender a pensar”, “El Secreto de la Vida”, eran los nombres de alguna de ellas que Díaz, como figura central, dictaba bajo un curioso alias, “Licenciado Ahú Sari Merek”, vestido siempre con un chaleco utilitario, como si fuese un explorador, otro personaje curioso entre el exotismo espiritual de la sierra cordobesa.
Su vida como autor es prolífica: registró 14 libros a su nombre en los últimos siete años de acuerdo a datos de la Cámara del Libro, algunos en venta en Amazon a 15 dólares. Cuatro de ellos son los manuales privados de su fundación.
También, ofrecía una terapia con la marca del grupo, con sus agentes y seguidores a lo largo de la provincia de Córdoba que también adoptaban nombres de dioses egipcios para su automarketing. “Aumenta tu percepción de la realidad pudiendo modificarla”, ofrecía una seguidora en la zona de Calera a mediados de 2018: “Te valoriza, quita miedos y dudas”, continuaba.
El templo de la Fundación Seshen en Cura Brochero fue allanado, con sus curiosas puertas con el ojo del dios Horus grabado en el metal: les secuestraron ocho mil dólares y 400 mil pesos en efectivo. Información del MPF cordobés indica también que se encontraron armas y documentación de valor para la causa.
La Fundación, irónicamente, se encuentra registrada en la AFIP en el rubro de servicios para la salud humana. Constan en el expediente, por lo pronto, quince damnificados. Se espera que Díaz y sus seguidores sean indagados en las próximas horas. La imputación actual, según fuentes de la causa, sería solo el comienzo.