Tal como esperaban las consultoras, el ritmo de suba de precios se redujo en relación al pico de 4,8% registrado en marzo. La cifra del primer cuatrimestre pone presión a la meta de inflación del Gobierno, de 29% para todo el año.
La inflación desaceleró levemente en abril en relación con el pico de marzo y se ubicó en 4,1%, según informó este jueves el Indec. De esta manera, en los primeros cuatro meses del año la suba de precios acumulada alcanzó el 17,6% y le puso presión a la meta sostenida por el Gobierno, que espera un índice de 29% a lo largo del año. De esta manera, en el último año alcanzó un 46,3 por ciento.
El número difundido por el organismo estadístico está en línea con las expectativas que sostenían en privado desde el Poder Ejecutivo y las estimaciones de consultoras, tras el 4,8% registrado en marzo, que representó el índice más alto desde que Alberto Fernández asumió la Presidencia.
Según proyecciones privadas, desde mayo la inflación podría encarar un sendero de leve reducción mensual que la llevaría cerca de un 3,5% en mayo y de 3% desde junio, con una pendiente en caída al menos hasta septiembre, cuando tengan lugar las elecciones legislativas primarias.
La dinámica inflacionaria de los últimos meses marcó una aceleración notoria desde octubre, cuando el índice de precios superó el 3% mensual y no volvió a perforar ese piso. Al dato de ese mes (3,8%), le siguieron noviembre (3,2%), diciembre y enero (4%), febrero (3,6%) y marzo (4,8 por ciento).
Una de las explicaciones ensayadas por el Gobierno sobre la situación de los precios y particularmente de los alimentos estuvo vinculada con la suba de los precios internacionales de los commodities, una preocupación que el miércoles volvió a expresar el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
El funcionario dijo estar “preocupado por la situación de los precios”, y aseguró que se trabaja para que la inflación vaya hacia la baja y llegar con ofertas de alimentos más accesibles para los sectores con menores ingresos. Además, consideró que el aumento de los precios internacionales “genera presión” en los valores de los productos comestibles.
Este mes también será un mes con presión inflacionaria, ya que se aplicarán incrementos en los combustibles y se espera que también haya reajustes de tarifas de luz y gas, así como también en la medicina prepaga.
De todos modos, ya parece de imposible cumplimiento la meta presupuestaria del 29% fijada por el Ministerio de Economía; en este sentido, los analistas creen que rondará entre el 45 y el 50 por ciento, muy cerca del 53,4% del 2019.
Desde la salida de la convertibilidad en 2002, el país vive bajo un régimen de inflación crónica, que la llevaron a ocupar el segundo lugar en la región después de Venezuela, que desde hace unos cuatro años experimenta un cuadro de hiperinflación.
Desde la salida de la convertibilidad en 2002, el país vive bajo un régimen de inflación crónica, que la llevaron a ocupar el segundo lugar en la región después de Venezuela, que desde hace unos cuatro años experimenta un cuadro de hiperinflación. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta una inflación de 5500 por ciento para el país que gobierna Nicolás Maduro.
De hecho, el registro de abril del IPC del Indec supera al conjunto de países sudamericanos, con la excepción de Venezuela, ya que la mayoría registró cifras menores al 1% y, en algún caso, hasta deflación, más allá de la orientación ideológica de cada gobierno; la suba en los alimentos, mencionada por el Gobierno como uno de los factores que explica este fenómeno a nivel local, en realidad acompaña al alza general de precios en varios países productores y exportadores de estas materias primas.