La cantante abandonó la ropa oversize para una producción para el Vogue británico, y dejó un mensaje de libertad.
Billie Eilish comenzó su carrera como una adolescente prodigio que no quería ser juzgada por su imagen. Por este motivo, desde sus inicios en el mundo de la música (y la moda), las prendas oversize y el estilo genderless se volvieron sus mejores aliados. Embajadora de Gucci, la maison italiana solía diseñar para ella conjuntos sueltos y cómodos exclusivos con logomanía, para todas sus apariciones públicas. Pero esa etapa quedó atrás. Ahora Billie presentó otro álbum que viene acompañado de una imagen totalmente diferente, y en su nueva producción de fotos, recordó a la diva del pop en los años 90 cuando estaba platinada y usaba corsets.
En la tapa del Vogue británico, la artista llevó un look totalmente inesperado: entre lo vintage y lo sensual. “Todo se trata de lo que te haga sentir bien”, declaró en el titular de la portada, donde posó con guantes de látex de Atsuko Kudo, una falda ajustada y rosa de Gucci y varias piezas de lencería de Agent Provocateur. La impactante sesión de fotos evoca a un mix entre Scarlett Johansson, Christina Hendricks de Mad Men y Madonna.
En un de las tomas, la vemos con un corset nude con corpiño armado, ballenas y portaligas de Burberry. Lo combinó con un trench en tonos tierra y stilettos haciendo juego. Los estilismos estuvieron a cargo de Dena Giannini, quien ayudó a la cantante en la materialización de “su propia fantasía de moda”. ¿La fotografía? A cargo de Craig McDean. Esta imagen, puntualmente, batió récords y ganó más de 20 millones de likes en pocas horas.
Recordemos que hace un mes presentó su nueva melena rubia platinada (dejando de lado su coloración castaña con raíces verdes) que anunciaba esta serie de cambios que ya llegaron. En la sesión de Vogue, también reveló otra sorpresa: su gran tatuaje de dragón que recorre sus muslos y llega hasta la cintura, que puede apreciarse gracias a las transparencias del corset.
En la misma paleta cromática, vemos otro look vintage estilo cabaret compuesto por un vestido de raso ajustado al cuerpo con escote de “conos” de Alexander McQueen, que a su vez combina con una falda de gasa con plisados. A este estilismo, que es muy similar al de la portada, le sumó también guantes de látex.
“Me encantaron estas fotos y amé hacer esta sesión. Hace lo que quieras y cuando quieras. Que no te importe el qué dirán”, sentenció Eilish en su último posteo.