Marcelo Otero, empresario de Bio 4, dijo que la caída de la Ley de Biocombustibles implica el cierre de plantas y una retracción en el sistema energético.
“La caída de la Ley de Biocombustible implicará el cierre de plantas”, dijo el empresario de Bio 4 Marcelo Otero, en referencia a la discusión en el Congreso de la Nación del nuevo proyecto de ley para la producción de biocombustibles.
“El problema en sí está en que la nueva ley no mejora nada, arruina todo”, dijo.
Otero explicó que el concepto de los nuevos productos es que la energía está en el sol y no en el suelo. Y que en lugar de sacar energía de los hidrocarburos se debe utilizar la energía solar.
“Una planta de maíz tiene más eficiencia que una pantalla solar en captar el sol y acumular energía en sus almidones, que pueden ser transformados en alcohol para que un auto funcione”, explicó.
El gasoil ya no tendrá 10 por ciento de biodiésel sino 5 o 7, pero podrá aumentarse hasta un nivel no especificado “cuando lo considere conveniente” la autoridad de aplicación, que será la Secretaría de Energía.
Otero dijo que “es un gran mercado que se cierra y se pierde” y que el mundo pide “trabajar en armonía con el medioambiente”.
“Desconocemos cuál es el problema, pero evidentemente hay lobbys por detrás que son más poderosos o que pretenden economías distintas, creo de retraso”, comentó Otero.
Según indicó, el sector pide una prórroga de un año para discutir una ley que mejore la actual.
“Hay posibilidades para que toda la nafta que se importa sea reemplazada por bioetanol y que Argentina sea vista como un país verde, abierto al mundo. De este modo estaríamos incumpliendo protocolos internacionales de emisión de óxido y retrayendo nuestro sistema energético”, dijo el empresario.