La Policía está rastreando a los asistentes a uno de los encuentros de Hans Kristian Gaarder, en su granja, días antes de morir.
Se confirmó tras su muerte, porque en vida nunca aceptó hacerse una PCR, pero Hans Kristian Gaarder murió con coronavirus. Este conocido negacionista noruego que se definía como "investigador independiente" era un nombre recurrente en las redes sociales, donde sus mensajes se habían marcado varias veces como sospechosos de difundir peligrosas desinformaciones sobre la enfermedad, que para él formaba parte de un plan de dominación mundial y no iba más allá de un resfriado.
El hombre tras el foro de teorías de la conspiración Nyhetsspeilet.no, donde se pone en duda incluso el atentado de Utoya y se habla de "histeria coronavírica", falleció en casa el 20 de marzo con síntomas, y los investigadores creen que podría llevar semanas enfermo sin haberlo notificado a nadie, informa Nrk. La autopsia deberá confirmar si el coronavirus fue la causa de la muerte, pero un test post mortem confirmó que, efectivamente, Gaarder estaba infectado, ha informado el municipio de Gran, donde residía.
La misma web municipal publicaba un aviso urgente a los participantes en dos eventos que el propio fallecido organizó en su granja, pocos días antes de morir. "No sabemos cuántos y quiénes han participado en el evento, pero pedimos a los participantes que realicen una prueba corona lo antes posible", imploraba el aviso municipal.
UN BROTE MUY DIFÍCIL DE RASTREAR
Al menos 10 personas participaron en dos reuniones organizadas por Gaarder, bajo el título Trump, Biden y el camino a seguir para Estados Unidos y el mundo. De ellas, al menos una participante ha fallecido. Se trata de una mujer británica de 70 años cuya familia reconoció en un comunicado que era negacionista y que estuvo enferma con síntomas respiratorios durante una semana antes de morir: "No quería hacerse la prueba del Covid-19 ni quería atención médica, incluso cuando estaba cada vez más enferma".
Al menos cuatro municipios han registrado contagiados relacionados con las personas que asistieron a la reunión, pero el trabajo de los rastreadores es complejo, dada la naturaleza negacionista de los posibles infectados. "Por lo general, cuando rastreamos a personas infectadas obtenemos mucha información completa y correcta sobre sus contactos", explica el doctor Are Løken, al cargo de la investigación sanitaria, a NRK. "Aquí encontramos oposición. No estamos recibiendo la información completa que necesitamos y también se nos ha proporcionado información incorrecta".
Mientras tanto, en la web de Gaarder, sus seguidores teorizan sobre qué pudo pasar en aquella granja. "¿Cuántos más tendrán que morir antes de que se den cuenta de que algo va mal?", se pregunta uno de sus redactores, "¿Podría haber una mano negra detrás?".