El especialista en encalado de suelos, Ingeniero Pablo Hernández, habló de las bondades que tiene el proceso sobre la base de yeso y dolomita, un producto mineral que se consigue en las canteras cordobesas.
El encalado de suelos para cultivo de maní se volvió un aliado estratégico, en la pre siembra, con importantes beneficios para las futuras plantas.
Valor Agregado Agro dialogó por LV16 con el Ingeniero y especialista en temas de encalado de suelo, Pablo Hernández, quien dijo que esto es dolomita, una mezcla de carbonato de calcio y carbonato de magnesio. “Hemos notado que hace mejorar el rendimiento y la sanidad del cultivo”.
Estas aplicaciones tienen numerosos beneficios con efectos positivos sobre los sembradíos, además de rendimiento y sanidad. ”Esto trae aparejado buena vaina, tegumentos, lo que hace que haya menos roturas de caja y a su vez se incrementa el rendimiento de producción por hectárea”, destaca Hernández.
Es fundamental, antes de encarar una práctica de encalado, hacer un análisis de suelo, por lo que el Ingeniero señala que para poder determinar el poder de concentración o el equivalente de calcio que existe, hay que tener en cuenta la demanda del cultivo, sobre todo maní, que es muy demandante en calcio. Sobre la base de esto, después de numerosos estudios en la zona manisera, se detectó que el calcio es un mineral deficitario en toda la región productora de maní.
Con la agriculturización, nuestros suelos necesitan de este tipo de procesos, por su acidificación. La pregunta que surge en la entrevista realizada por el Ingeniero y periodista José Marcellino al Ingeniero Hernández, es que si hay que realizar un reencalado permanente, es decir todos los años. ”El monocultivo de soja o la utilización de fertilizantes, continuamente, acidifican y la extracción de base, como calcio o magnesio, que hacen que el PH de los suelos disminuya, eso genera la acidificación de los suelos”. Lo que aconseja el Ingeniero, antes de los reencalados es hacer un buen análisis de suelos en los lotes. ” A medida que vemos que los niveles de PH van disminuyendo hay que tomar medidas, no son necesarias hacerlas de forma anual pero sí en forma periódica en como va evolucionando cada uno de lo suelos”.
En cuanto a la época de aplicación, el especialista aconseja avanzar con la cosecha y una vez que se tiene los lotes en barbecho, se debe realizar el análisis de suelos y sobre la base de ello tomar las medidas necesarias, aprovechando el período otoño invierno.
Los productos que se utilizan
Las aplicaciones se deben hacer, dependiendo lo que el suelo necesite, por lo que Hernández aclara que se utiliza yeso para hacer las correcciones de calcio y azufre. ”Esto es muy utilizado para suelos salinos sódicos”. En cuanto al carbonato de calcio o dolomita es utilizado para corregir el PH del suelo, en suelos ácidos. ” Esto eleva el PH, tendiendo a llevar los suelos hacia neutros”. La dolomita aporta calcio y magnesio, que son bases esenciales para los cultivos. “Estos son minerales molidos , que para incorporarse en el sistema les lleva tiempo, necesitan agua temperatura“. La incorporación en el sistema productivo se va haciendo en forma paulatina, dependiendo la granulometría y procedencia de estos minerales se van a obtener respuestas a partir del primer año, pero en el segundo y tercer año la respuesta que se tiene al aplicar estos productos.