Con Brasil superando los 300.000 muertos por coronavirus y EEUU contabilizando más de 30 millones de casos, la pandemia seguía este jueves marcando la agenda de países de distintos continentes que, a pesar de los esfuerzos puestos en pretendidas vacunaciones masivas, deben apelar a confinamientos para frenar el aumento de contagios.
En el Cono Sur todos los países limítrofes con la Argentina -con excepción de Bolivia- viven situaciones que van de la preocupación de sus autoridades por la escalada en el aumento de casos hasta el descontrol originado por el colapso sanitario, en especial en Brasil y con pronóstico pesimista en Paraguay.
El alerta máximo para todo América del Sur por su condición de vecino de casi todos los países del subcontinente lo da Brasil, que tras superar ayer los 300.000 decesos documentados podría llegar a 400.000 en dos meses o incluso antes si el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro se sigue negando a adoptar una cuarentena nacional, de acuerdo con la advertencia hecha hoy por autoridades de salud.
El recrudecimiento de la pandemia en Brasil este año, con récord de muertos y el sistema sanitario al límite, se ha extendido al resto de Sudamérica, poniendo en jaque incluso a Uruguay, considerado hasta ahora un ejemplo de contención del virus.
"Lamentablemente, la terrible situación de Brasil también está afectando a los países vecinos", afirmó Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el martes pasado, y agregó que era "crucial" agudizar las medidas.
El organismo destacó un repunte de casos en los estados venezolanos de Bolívar y Amazonas, así como en el departamento de Pando, Bolivia, y en Loreto, Perú, todos colindantes con el gigante sudamericano.