Con perfil bajo, casi imperceptible, la película chilena El agente topo puede dar el batacazo en la próxima entrega de los Oscar, el 25 de abril. El filme de la directora Maite Alberdi ya pasó por el Festival de Cine de Sundance y se encuentra disponible en Netflix.

La película fue seleccionada por la Academia de Cine de Chile como candidata en la categoría de mejor película internacional para los Oscar pero resultó ser que la Academia de Hollywood la incluyó en la categoría documental. 

El agente topo muestra a Rómulo Aitken, detective y dueño de una empresa de investigaciones privadas que, a pedido de una clienta, entrena a un anciano para infiltrarlo en una residencia de ancianos para investigar si allí hay malos tratos.

Luego de un "casting" de varios candidatos, Rómulo selecciona a Sergio Chamy, un jubilado de 83 años y sin experiencia alguna como detective para convertirse en ese "topo", o agente secreto que durante tres meses, debe descubrir lo que sucede en el geriátrico.

Sin embargo, una vez adentro, Chamy se identifica tanto con los residentes que se transforma en uno más, olvidando su misión detectivesca. Y a partir de allí, surgen muchas preguntas que van más allá del hecho puntual por el que cual él ingresó al lugar.

Descartados los abusos o maltratos, lo que Chamy encuentra es la enorme soledad que sufren los ancianos, muchas veces, olvidados por sus propias familias y afectos. 

Lo que sorprende de la película es el tono que, si bien es documental, se asemeja bastante a la ficción. El filme, además, transita por el humor y la ternura.

El documental indaga sobre un mundo poco abordado en el cine, como es el de los adultos mayores viviendo sus últimos años en residencias, algo cada vez más común. 

Alberdi eligió realizar la película y meterse con las cámaras de incógnito, sin que los residentes supieran del proyecto. "Científicamente nos hemos preocupado de que la gente viva más, se habla de la cuarta edad, todos quieren vivir más, pero nadie se pregunta dónde están sus deseos en esa extensión de la vida", declaró la directora. "Tampoco pensamos, cómo la salud siempre está asociada a la juventud y no a la vejez, que esa etapa de la vida también está llena de personas sanas”.

Durante el rodaje, los residentes recibieron a Chamy como un habitante más de la residencia sin saber sus verdaderas intenciones. El hombre, por su parte, aceptó el reto para ocuparse y distraerse luego de la muerte de su esposa.

Todos los residentes supieron la verdad recién cuando concluyó el rodaje y la directora les reveló el proyecto. "Cuando les contamos de qué se trataba y la vieron, se rieron más que otra cosa de la situación", dijo Alberdi. "No podían entender que no se hubieran dado cuenta de que Sergio era un espía".

Alberdi nació en Santiago de Chile, en 1983 y además de dirigir es guionista y crítica de cine. Y trabajó como montajista, sonidista, productora ejecutiva y directora de fotografía en diversos filmes y documentales chilenos. Desde 2018 es miembro de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas estadounidense.

A sus 37 años, Alberdi ya tiene varios documentales premiados, entre ellos El salvavidas (2011), La once (2014) y Los niños (2016). Por los dos últimos obtuvo el premio a la mejor dirección femenina documental en el Festival Internacional de Cine Documental de Amsterdam.

Siempre indagando en los temas más universales y profundos a través de pequeñas historias cotidianas de seres comunes, El agente topo es su cuarto largometraje y con el que podría dar un gran salto si se lleva un Oscar.