Las detenciones se dieron en el marco de las masivas manifestaciones no autorizadas en reclamo de la liberación del líder opositor Alexey Navalny, que terminaron en represión y una nueva acusación del Kremlin contra Estados Unidos por "injerencia" en asuntos internos.
La ONG OVD-Info, especializada en el seguimiento de las protestas en Rusia, informó este domingo que más de 3.300 personas fueron detenidas en las masivas manifestaciones no autorizadas de ayer en reclamo de la liberación del líder opositor Alexey Navalny, que terminaron en represión y una nueva acusación del Kremlin contra Estados Unidos por "injerencia" en asuntos internos.
El Gobierno acusó a la embajada estadounidense en Moscú de haber fomentado la participación en las manifestaciones al publicar las rutas y los lugares de concentración de las protestas para pedir a sus ciudadanos que "las eviten".
Ese comunicado "constituye indirectamente una injerencia absoluta en nuestros asuntos internos", denunció el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, según la agencia de noticias Interfax.
Si la embajada de Rusia hubiera actuado de la misma manera durante la represión de las manifestaciones antirracistas y los disturbios en Estados Unidos, el año pasado, "seguramente habría causado algún tipo de malestar en Washington", agregó, según reprodujo la agencia de noticias AFP.
En paralelo, una de las manifestantes heridas en San Petersburgo, la segunda ciudad más importante del país, sigue en estado crítico en terapia intensiva, según informó la agencia de noticias rusa Sputnik.
La mujer, según el diario Fontanka citado por la agencia, tiene 54 años. En un video difundido en las redes sociales se ve cómo enfrenta a los policías antidisturbios que se llevaban a un detenido, les pregunta por qué lo arrestaron y uno de los oficiales le pega una patada en la panza que la tumba en el suelo.
El Ministerio del Interior anunció el inicio de una investigación para determinar qué sucedió.
Navalny, desde hace años uno de los mayores críticos del presidente Vladimir Putin, fue detenido el 17 de enero a su regreso a Moscú desde Alemania, donde pasó cinco meses recuperándose de lo que médicos alemanes describieron como un envenenamiento con un agente nervioso.
Putin, que acusa a Navalny de vínculos con servicios de inteligencia extranjeros, rechazó las acusaciones en diciembre, cuando dijo que no fueron producto de una investigación sino de "materiales de los servicios especiales estadounidenses" y que Rusia no podía abrir una investigación porque nadie había aportado "evidencias relevantes".
Además, acusó a las potencias occidentales de manipular el tema para impulsar nuevas sanciones contra Rusia.
Este domingo el canciller francés, Jean-Yves Le Drian, reconoció que los líderes europeos están discutiendo nuevas sanciones y expresó su apoyo a aprobarlas.
"Es necesario que sean realmente efectivas, y las discusiones sobre este tema se llevarán a cabo mañana en el Consejo Europeo", aseguró en una entrevista con la emisora de radio France Inter, reproducida por Sputnik.
Autoridades rusas dicen que Navalny, de 44 años, fue detenido porque durante su estancia en Alemania violó los términos de una condena en suspenso de 2014, aunque el líder opositor dice que esa fue una causa armada motivada políticamente.
Al comparecer ante el juez que le dictó una detención de un mes, Nalvany llamó a sus simpatizantes a salir a las calles y protestar, lo que sucedió ayer masivamente en las principales ciudades del país, pese a no contar con la autorización de las autoridades, quienes finalmente dieron la orden de reprimir y detener a miles de personas.
Según OVD Info, la Policía detuvo al menos a 3.324 manifestantes, entre ellas 1.320 en Moscú y 490 en San Petersburgo, las dos ciudades más grandes del país.