Paso el primer tiempo sin goles y opciones claras para desnivelar, prevaleció la marca en un contexto de poca precisión que mostró el local mientras la visita apostaba al contragolpe.
Figuras determinantes como Tevez, Salvio o Mariño no lograron imponer sus habilidades, solo el venezolano Soteldo demostró movilidad y conducción como para arrimar peligro al arco de Esteban Andrada.
En el comienzo Toto Salvio tuvo una chance clara que hacía suponer una cara diferente de Boca para el complemento, fue solo una ráfaga que no se repitió y la formación brasileña con su juego colectivo estableció las normas para el resto del cotejo.
Las variantes introducidas por Russo no fueron suficiente para torcer el cero, todo se traslada a la revancha en Brasil donde ambos si quieren arribar a la final deberán mejorar y mucho para alcanzarla.