Javier Vanella es el representante de la firma suiza que compró la empresa de Elaskar. Su madre, Maria Rosana Ramos, también involucrada.
Dos cordobeses fueron nombrados ayer como posibles vínculos locales del presunto lavado de dinero por parte de empresas cercanas al Gobierno nacional difundido inicialmente en el programa de Jorge Lanata.
Ayer, en declaraciones al programa radial Aquí Petete la diputada nacional Graciela Ocaña (Udeso-Buenos Aires), dijo que “son cordobeses” los responsables de la empresa Helvetic Services Group, compradora de la firma SGI que el “arrepentido” Federico Elaskar dijo haber usado para sacar del país el dinero de Báez.
Ocaña, quien junto con el diputado Manuel Garrido, solicitaron a un fiscal que investigue a los actuales dueños de SGI, señaló como “dueños” de la firma suiza a “una profesora de arte (de apellido Ramos), y a un joven de menos de 30 años de apellido Vanella, que viven en Córdoba”.
En realidad, según pudo comprobar este diario, el joven en cuestión es Javier Marín Vanella, quien el 19 de febrero de 2010 fue designado representante legal de la empresa Helvetic Services Group SA.
Esta es una sociedad constituida originalmente en 2005, inscripta en el Registro de Comercio Suizo, con domicilio en Vía Alla Sguancia 23, Pazzallo 6912, de la ciudad de Lugano.
Esa empresa, según el Boletín Oficial de la República Argentina, también tiene sede social en Argentina, en calle Conesa 1970, piso 14°, de la ciudad de Buenos Aires.
Vanella, de 28 años, es licenciado en Administración de Empresas, Magíster en Finanzas, pero contrariamente a lo que señaló la diputada Ocaña, no reside en Córdoba, sino en Suiza.
Lo curioso es que Vanella, quien ahora será investigado por la relación con el caso de presunto lavado de dinero K, es hijo de Carlos Javier Vanella.
Se trata de un manifestante anti kirchnerista, quien en su muro de Facebook escribe cosas como la siguiente: “Yo no quiero que me gobiernen unos pendejos que la van de marxistas o lo son de Puerto Madero, que lo único que saben hacer es robar”.
Este diario tomó contacto ayer con un pariente de Vanella para intentar ubicar al joven financista, pero fue en vano.
“Él –explicó un pariente que pidió no ser identificado– hace bastante que no vive en Argentina, y sus padres están muy atribulados por esto que está aconteciendo en relación al lavado de dinero”.
De otras fuentes pudo saberse que reside en Europa desde hace ya tiempo. Inicialmente en el Reino Unido y luego de contraer matrimonio, en Suiza.
La diputada Ocaña dijo que la madre Javier Marín Vanella, María Rosana Ramos, también figura como dueña de la firma Helvetic Services Group; pero ese dato no pudo ser comprobado.
La mujer está inscripta en la Afip como monotributista categoría B, y es coautora de un libro homenaje sobre literatura.
Ocaña pidió investigar al banquero Jorge Brito
Denuncia. Los diputados nacionales Graciela Ocaña y Manuel Garrido le pidieron ayer al juez federal porteño Sebastián Casanello que investigue si el presidente del Banco Macro, Jorge Brito, tuvo participación en la compra de la empresa SGI, que pertenecía al arrepentido Federico Elaskar, y que luego fue adquirida por una firma suiza representada por un cordobés.
Fundamentos. Ocaña y Garrido fundamentaron su denuncia en que en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires se informó que Brito vendió el 4 por ciento de la empresa Continental Urbana SA. Inversora a la compañía Helvetic Services Group, que luego compró la sospechada SGI a Elaskar.
Sospecha. “Brito –dijo Ocaña– le vendió parte de su paquete accionario a Helvetic. Creo que Brito conoce bien quién es Helvetic”.