Mirtha Legrand, sobre el país: "A mí lo que más me aterra es la desocupación"
- 20/12/2020 10:19 hs
COMPARTIR EN:
Lo dijo anoche al frente de su mesa, en su esperado regreso a la pantalla.
En una noche cargada de emociones y sorpresas, que cerró con un brindis muy especial y una presencia aún mayor -estuvo Ámbar de Benedictis, la hija mayor de Juana Viale-, Mirtha Legrand regresó a la televisión después de estar 9 meses encerrada en su departamento, a raíz de la pandemia de coronavirus. Junto a su hija Marcela Tinayre, las cuatro generaciones se despidieron del aire y esa imagen, en un año en que las familias no se pudieron juntar, se convirtió en un mensaje esperanzador en este diciembre pandémico. Sin embargo, en las dos horas y media que duró La noche de Mirtha también hubo lugar para las críticas al Gobierno y la desconfianza en la vacuna rusa. Como es marca registrada de la Chiqui (y ahora también de su nieta), la mirada aguda y crítica sobre la realidad no faltó a la cita.
"Esto de la pandemia es muy duro. Nos ha pegado muy duro, económicamente, muy difícil. Con respecto a la Argentina, mucha pobreza. A mí lo que más me aterra es la desocupación, la falta de trabajo. En casa, en Villa Cañás, a veces hablaban de alguien que estaba sin trabajo y era como un dolor... era terrible pensar que alguien no llevaba dinero a su casa para poder comer. Aunque ayer [por el viernes] lo vi a [Axel] Kicillof diciendo todas las ayudas que estaban dando en la provincia de Buenos Aires", expresó Mirtha sobre sus actuales preocupaciones respecto del país.
También remarcó en otro momento del programa: "Me interesa mucho la política y lo que pasa en el país. Hoy lo que más me preocupa es la pandemia y lo que va a ocurrir con nosotros, la gente mayor. Lo veo muy difícil, muy trabado todo".
El arranque
La alegría de Juana Viale fue imposible de disimular: después de 78 programas y 9 meses al aire, su abuela, la gran Mirtha Legrand, volvió a la televisión, pero primero ella se encargó de abrir el programa y generar expectativa. Mostró su look, un hermoso vestido fucsia, creación de Gino Bogani, el diseñador que la vistió todo el año. "Este estudio explota. Estoy feliz como nieta de que mi abuela pueda salir y estar en su programa. Empiezan las despedidas y me agarra pena, la emoción... Se traba la voz", expresó visiblemente nerviosa y emocionada por la gran noche que se avecinaba. Y luego sí llegó el momento de presentarla a la diva.
Con tranquilidad y con los 52 años de trayectoria que la respaldan, apareció Mirtha Legrand en el estudio luciendo un vestido azul francia, bordado con piedras, de Claudio Cosano. Antes que nada la Chiqui quiso dedicar el programa a su hermana, Goldy, quien murió en mayo pasado: "Voy a dedicar este programa a una persona que se fue hace unos meses, para mi hermana, que la extraño, que es parte de mi vida, que me cuesta entender que no está".
También en sus primeros minutos al aire, Legrand se sinceró: "Ay, qué linda vuelta, qué maravilla. Volver acá después de 9 meses me parece tan raro". Rápidamente los interrogantes sobre dónde se sentaría cada una y quién entrevistaría a quién fueron develados entre guiños y comentarios de ambas conductoras. Ninguna de las dos quiso perderse la oportunidad de hacerle preguntas a la otra, pero sí Mirtha ocupó su lugar en la cabecera de la mesa.
"¿Vieron cuando se te seca la boca porque estás un poco nerviosa?", dijo Mirtha después de destacar la labor de Juana en la conducción de su histórico programa: "¿Quién nos hubiera dicho cuando eras chiquita que ibas a estar acá? Te quiero felicitar porque lo que has hecho es maravilloso". Con distancia y respetando las medidas sanitarias, las muestras de afecto entre abuela y nieta ("reina y princesa", según Juana) se manifestaron durante toda la velada. También hubo momentos picantes como cuando Mirtha quiso que su nieta le contara de su novio.
En la mesa comenzó el pinp pong sobre los días en cuarentena. Si bien Juana se adjudicaba el lugar de entrevistadora, su abuela le fue robando el control cuando lo consideró necesario mostrando una muy buena sinergia entre ellas. "Estuve 220 días sin salir de mi casa, esto es para aplaudirlo. Me sentía como presa, me ponía detrás del vidrio y miraba a la gente. Fue difícil, al principio era todo muy placentero. Estaba con Elvira, mi asistente. Pero después estaba insoportable, quería salir pero sabía que por protocolo no debía", expresó.
Y agregó: "La pandemia me produjo una alteración en mis cuerdas vocales. Estoy en zona de riesgo, acá me han hecho una burbuja [sobre el operativo sanitario que organizó su nieto y productor Nacho Viale para que la diva participara del programa]. La cosa está muy delicada. Con el tema de la vacuna, quiero aplicarme la vacuna, la Pfizer. Hoy se empezó a aplicar en Chile. Las exigencias para el Gobierno eran que firme el Presidente y que si había alguna muerte el laboratorio no se hacía cargo, pero el gobierno nacional (en referencia a Alberto Fernández) no quiso hacerse cargo", dijo y explicó que la vacuna rusa no le daba confianza: "Esperaría un poco para ver la vacuna que traen, las condiciones que tienen".
El ida y vuelta con Jimena Monteverde
"¿Vos me tenés miedo a mí, Jimena? Te escuché", le dijo la diva en la primera de las visitas de la chef Jimena Monteverde a la mesa. "Estoy alcoholizada", contestó con un furcio. En realidad había querido decir que se había puesto alcohol en gel y que la habían hisopado para servir la mesa. "Me emociona mucho Mirtha, es la primera vez que una mujer sirve tu mesa", contó mientras daba detalles del menú: langostinos con panko, para Mirtha; zucchinis para Juana. Más tarde volvería a aparecer con el plato principal [risotto de hongos] y por último, con una selección de postres que le gustan a Mirtha [isla flotante y torta de lima]. La cocinera tuvo que rendirle cuentas además a Juana, quien la acusó de mostrarse más cercana a su abuela que a ella.
Las tres generaciones
Una de las apuestas de este envío -que generó mayor interés que el último programa del año de PH: Podemos hablar- fue hacer convivir en una misma mesa a tres generaciones: abuela, madre e hija. Por eso, después de las preguntas de rigor y de los cumplidos de Mirtha a Juana, se sumó a la charla Marcela Tinayre. "Me emocioné tanto aquí, mirándote, cuando salías. Las escuchaba, las miraba y decía: `Qué bárbaro, antes de Navidad, esta familia que comunica y se expresa. Papá decía una frase: `Chiquita, qué mujer con suerte que sos´. Sos una mujer grande, a la que le siguen pasando cosas", expresó.
Las tres compartieron anécdotas, desde el agradecimiento en ruso que le pidió Tinayre a su madre que pronunciara hasta el vestido negro, que lució la diva en su casamiento. También tuvieron tiempo para repasar momentos dolorosos de su vida, sobre todo respecto de las últimas pérdidas que tuvieron que afrontar; se hicieron algunos reclamos madre e hija (Mirtha y Marcela) y, por supuesto, no se olvidaron de la política, de las críticas al Gobierno, de las vacunas y la pandemia.
La partida de Goldy
De alguna manera Goldy estuvo muy presente durante todo el programa. En todas las grandes pérdidas que vivió Mirtha, ella encontró en el trabajo su válvula de escape al dolor y así salir adelante. Así lo hizo cuando ocurrió el año pasado la muerte de su hermano y también tiempo atrás con los fallecimientos de su hijo y de su marido. Para ella la televisión funcionó como catarsis, algo que no pudo hacer con su melliza, que murió en mayo pasado en plena cuarentena estricta. "Goldy es la mitad de mi vida, mi hermana, mi gemela, toda la vida juntas. La partida de ella fue terrible, sabía todo lo que ocurría en la Argentina, era muy informada, todo el mundo la adoraba. No pude despedirla, ahora voy a llevarle unas flores. Hay noches que me despierto llorando y mojo mi almohada llorando por ella, no quiero que se haya muerto", señaló.
Las sorpresas
Dos videos hicieron como espejo de lo que significa Mirtha para los suyos y para el resto del mundo. Primero, una serie de mensajes de viejos amigos -entre ellos, Ricardo Darín, Juan José Campanella, Adrián Suar, Graciela Borges y Susana Giménez-. Después -y este fue el que caló profundo en Legrand- un recorrido por su vida y sus trabajos con la voz en off de su nieta destacando sus cualidades y agradeciendo.
"Espero estar cuidando esa silla como vos hubieras querido, lo hice con todo mi amor incondicional y aprendiendo que esa silla no es fácil. Sé que hoy tu público, al que le has dado tu vida, estará feliz de verte sentada en tu mesa, la mesa más famosa del país; y sé, también, que vos después de un año muy difícil que te ha tocado vivir, estás feliz de volver a tu mesa, una vez más demostrando que tu amor a tu público es absoluto", señaló Viale en el video, que luego cerró su mensaje con unas palabras que hicieron llorar definitivamente a Mirtha: "Rosa María Martínez Suárez, Mirtha Legrand, La Chiqui, mi abuelita, gracias por todos estos años de ejemplo, de pasión, de respeto y de amor, te amo".
La noche terminó con un pedido de Mirtha, quien no volverá a aparecer en televisión por este año: "Que aparezca la vacuna. La gente está muy asustada, muy temerosa. Se muere mucha gente. Y que nos unamos los argentinos, que seamos hermanos de verdad". Pero, en definitiva, lo que realmente pidió en ese brindis fue que la quieran.