Una anestesista quedó detenida ayer, horas después de que disparó al menos siete tiros con una pistola de aire comprimido a un auto que había ocupado su lugar en una cochera subterránea situada en Manuel Quintana al 500, en Recoleta.

Según fuentes policiales, la agresora, identificada como María Verónica Ambertín, de 47 años, está imputada en otras causas penales con antecedentes similares.

En la Capital, está acusada de 22 hechos de "coacción y amenazas", y en la provincia de Buenos Aires se le atribuye haber baleado también con un arma de aire comprimido a dos vigiladores del country San Diego, de Moreno, en el que vivía y de donde fue expulsada, según dijo a LA NACION la vicepresidenta del club de campo.

El último hecho ocurrió anteayer, a las 18, cuando Ambertín, que se disponía a estacionar su auto en la cochera que alquila, advirtió que un Peugeot 307 ocupaba su lugar; según dijeron las fuentes consultadas, bajó del auto con una pistola de aire comprimido y disparó al menos siete veces contra el vehículo que ocupaba su lugar.

Tres proyectiles dieron en la luneta, que se rompió; dos, en la ventanilla trasera izquierda, y otros tantos, en la del otro lado.

"Antes de irse caminando, la mujer le puso el arma en la cara al encargado de turno del estacionamiento", dijo a LA NACION Marcelo Rocchetti, abogado del empresario dueño del rodado deteriorado, que además adelantó que hoy se presentará ante la Justicia para pedir que la acusada sea sometida a peritajes psiquiátricos. Rocchetti justificó a su cliente al afirmar que "estacionó el vehículo en el espacio de Ambertín debido a que el que le correspondía a él se encontraba ocupado".

Luego de que se hizo público el hecho la policía identificó a la detenida y efectivos de la comisaría 19» allanaron ayer a la mañana su departamento, situado a cincuenta metros de la cochera, en el que se secuestraron un rifle y una pistola de aire comprimido. Justamente esta última fue señalada por los empleados del garaje como la que usó Ambertín para disparar contra el auto.

Por el hecho la anestesista, que según la agencia Télam prestaba servicios en el Hospital Posadas de Palomar, quedó detenida a disposición del Juzgado de Instrucción N° 6, a cargo Fernando Mario Klappenbach, y se espera que en las próximas horas sea indagada por daño y disparo de arma.

En el edificio donde vive Ambertín nadie conocía mucho a la mujer. Sólo se sabía que se había mudado allí hace dos meses. Hasta comienzos de agosto, y desde hacía unos 6 años, la anestesista vivió en el Club de Campo San Diego, de Moreno.

Pero, según relataron las fuentes consultadas por LA NACION, tuvo que abandonar su vivienda luego de varios episodios de violencia.

"Baleó con un arma de aire comprimido a dos empleados de seguridad privada, dañó la propiedad de una ex pareja suya y amenazó a varios vecinos", relató a LA NACION la vicepresidenta de Club de Campo San Diego, Valeria Baratta.

Baratta agregó que días después de aquel hecho, el 12 de agosto, la médica pudo volver a entrar cuatro horas al country tras interponer un recurso de amparo, "pero sacó un arma y disparó contra su abogado y el personal de Prosegur".

Por estas acciones se presentaron tres denuncias en su contra en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 5 de Moreno.

Una ex pareja de la profesional, que aún tiene una propiedad en el country, también parece haber sido víctima de la ira de la mujer.

En diálogo con LA NACION, el abogado del hombre, Claudio Cassarello, contó lo sucedido desde hace unos cinco meses. "Ambertín le enviaba cinco mensajes por día a mi cliente [de quien pidió expresamente no divulgar su identidad] que decían que lo iba a matar; arrojaba pintura a las paredes de la casa, ya que él sólo iba allá los fines de semana, y le rompió vidrios del inmueble."

Como consecuencia de estos hechos, el abogado presentó 22 denuncias por amenazas agravadas ante el Juzgado de Instrucción N° 12 porteño, que quedaron sustanciadas el 8 de este mes.

Fuente: lanación.com