Luego de que el lunes fueran dados a conocer tuits racistas y xenófobos de hace más de ocho años, la UAR le había quitado la capitanía a Matera y había suspendido a los tres jugadores indefinidamente. Sin actividad hasta julio luego del último partido del Tri-Nations, la Comisión de Disciplina determinaría más adelante el alcance de las penas.
No obstante, la posibilidad de no presentarse a jugar que deslizaron algunos miembros del plantel, más muestras contundentes de apoyo a los tres jugadores y repudio a las sanciones que llovieron por parte de integrantes de los Pumas que no viajaron a Australia, de ex jugadores del seleccionado y de un buen número de clubes (a los que la UAR representa), torció el brazo de los dirigentes.
Pasada la medianoche argentina, la UAR oficializó el levantamiento de la suspensión con un comunicado. Para explicar el cambio, la entidad consideró: "Durante la declaración, los tres jugadores manifestaron su profundo arrepentimiento, reiteraron el pedido de disculpas, ratificaron que no es lo que piensan y que fue un acto imprudente propio de la inmadurez. Sin embargo, se hacen plenamente cargo y responsables, por lo que se pusieron a disposición de la Comisión para que se investiguen las circunstancias y buscar enmendar el daño causado".