Humberto Mansilla, exjugador de Estudiantes de Río Cuarto, quien enfrentó al "Diez" en un amistoso ante Argentinos Juniors, expresó: "Ha sido un golpe muy duro, todavía todos los que estamos dentro de este apasionante y bendito deporte nos cuenta creerlo. Pensamos que el Diego nuevamente se iba a recuperar, pero esta vez parece que el destino hizo que se lo llevara. Maradona fue ruido más grande entre dos silencios inconmensurables, el silencio antes de nacer y el silencio después de morir. Él conmovió al mundo, y quedará por siempre en lo más alto y en el corazón de todos los argentinos". 

Sobre la experiencia de jugar en contra del mejor jugador, manifestó: "A pesar de que era joven y tenía poca trayectoria ya se hablaba de él y era figura. Para nosotros que lo enfrentamos fue un acontecimiento especial y único. En la charla técnica nuestro entrenador nos dijo que tuviéramos mucho cuidado porque venía un jugador que se destacaba, y que muy pronto iba a salvar al fútbol argentino con su juego y talento. Agradezco haber tenido la posibilidad de compartir unos minutos en un cancha".

Otro de los testimonios que pasó por Acción Deportiva fue el del oriundo de Holmberg César Labarre, exarquero de Belgrano de Córdoba, quien le atajó uno de los últimos penales a Maradona, enfatizó: "Es un golpe muy fuerte para todos aquellos que queremos a Diego. A pesar de la atajada, todos se acuerdan de el gol que me marcó. En la charla previa al encuentro, nuestro DT Pedro Marchetta me dijo si hay un penal y lo patea Maradona fijate cuando toma carrera y levanta la rodilla, esperalo y jugátela a la derecha que lo tira ahí, le hice caso y salió como él dijo. Es un lindo recuerdo que lo voy a llevar siempre adentro mío". 

"Ningún jugador que haya tenido contacto con él te va a hablar mal porque era uno más y lo demostraba defendiendo a los compañeros. Era un tipo común con nosotros pero lamentablemente no podía hacer vida normal, donde estaba tenía que estar encerrado porque la gente no lo dejaba vivir. Ojalá Dios le de la paz que no ha tenido acá en la tierra", concluyó Labarre. 

Gustavo Abatedaga, exjugador de Estudiantes de Río Cuarto, quien hizo inferiores en Boca Juniors y tuvo la suerte de marcar en un entrenamiento al astro argentino, y comentó: "Me chocó mucho la noticia, es un momento triste. En 1997 jugando para la cuarta división de Boca, hicimos fútbol con la primera división, me acuerdo que fue un jueves, y que el domingo se jugaba el clásico. Cuando llegó Diego fue una sensación inexplicable, nunca sentí algo similar a ese día al ver una persona, un mezcla de admiración y nerviosismo. Dios me puso en ese momento para conocer a mi ídolo. Tengo guardados los recortes de diarios y la remera firmada por él". 

Finalmente, la palabra del riocuartense Darío Puñet, que fue de sparring de la Selección Argentina en el Mundial de Italia del 90: “Fue el más grande de toda la historia futbolística mundial. Tuve la posibilidad de convivir con él casi un mes. Una de las mejores personas que conocí. Su vida personal es otro tema, pero dentro del ámbito futbolístico es intachable”.

Y agregó, sobre la calidad futbolística del Diez: “Era imposible quitarle la pelota, aunque lo marquemos entre cinco en dos metros cuadrados. Era muy rápido, no solo de piernas sino de mente. Los recuerdos con él los tengo en el corazón y en la mente. Lo voy a recordar de la mejor manera, como lo que fue: un grande, el mejor de todos” finalizó el exdelantero de Renato Cesarini.