Ha mostrado su malestar a través de personas de su entorno. "Esto es drama y entretenimiento con fines comerciales, que se hace sin tener en cuenta a las personas involucradas", aseguran
The Crown sigue generando tanta expectación como polémica en Gran Bretaña. La cuarta temporada de la serie, que abarca la época más turbulenta del reinado de Isabel II, el del matrimonio de Carlos y Diana, no ha gustado nada a la familia real inglesa. Aunque los Windsor no se han pronunciado nunca sobre las tres temporadas anteriores de la serie, en esta ocasión el príncipe Carlos, que el sábado cumplió 72 años, ha mostrado su malestar a través de personas de su entorno.
Según ha publicado el diario Daily Mail, el heredero cree que gran parte del relato sobre su relación con Diana Spencer está basado en falsedades. "Esto es drama y entretenimiento con fines comerciales, que se hace sin tener en cuenta a las personas involucradas, a quienes se les secuestra y explotan sus vidas", aseguró una de esas personas cercanas al heredero.
"En este caso, es arrastrar cosas que sucedieron en tiempos muy difíciles hace 25 o 30 años sin pensar en los sentimientos de nadie. Eso no es correcto ni es justo, sobre todo porque muchas de las cosas que se representan no se ajustan a la verdad".
El príncipe Carlos es uno de los grandes protagonistas de esta cuarta temporada, en la que se recrea su difícil relación con Diana que, según The Crown, fue una mentira desde el principio.
El príncipe Guillermo también está muy enfadado con la imagen que la serie da de sus padres. "Cree que aparecen representados de una forma falsa y muy simplista", asegura el diario.
La prensa inglesa también ha criticado la serie. "¿Ha perdido The Crown toda su credibilidad?, se preguntaba el Daily Mail. El diario considera inevitables ciertas licencias artísticas y narrativas, pero cree que la cuarta temporada puede ser "la más indignante" ante la reescritura de la historia y las relaciones de los protagonistas, desde la familia real al Gobierno de Margaret Thatcher.
La polémica, además, ha alcanzado al príncipe Harry y a Meghan Markle, que hace dos meses firmaron un acuerdo millonario con Netflix, la plataforma de The Crown