El incremento registrado trepó hasta 6,2%, el más alto dentro de las categorías que releva el Indec. Los precios de indumentaria y calzado suben casi 50% en el año, el doble que el nivel general de la inflación.
Esta semana, los datos del Indec mostraron una aceleración de la inflación, con una suba de 3,8% durante el mes de octubre, la más alta del año. Sin embargo, en el caso del rubro “Prendas de vestir y calzado”, el incremento registrado trepó hasta 6,2%, el más alto dentro de las categorías que releva el organismo oficial.
Una de las explicaciones, desde el sector de la indumentaria, es que las fábricas estuvieron cerradas por la cuarentena, lo que provocó una reducción de la oferta a lo que se sumó una caída en las importaciones de insumos, por la escasez de divisas. También destacaron que hubo un ajuste del costo de las materias primas, que venían con valores rezagados.
En lo que va del año, los precios de la indumentaria y el calzado se incrementaron un 48,9%, muy por encima de la inflación general, que en octubre alcanzó un 26,9%, de acuerdo con los números presentados el jueves por el Indec. En la comparación interanual, la inflación general fue de 37,2%, pero en el caso de la ropa llegó al 59,3%.
El salto en los precios de la ropa y el calzado ya se había registrado en septiembre, cuando el aumento mensual había alcanzado el 5,8% y también fue el más alto entre todos los rubros relevados.
Con todo, las ventas del sector no repuntan: en indumentaria cayeron un 23,8% anual, en octubre, afectadas por la incertidumbre y “faltantes de mercadería” frente al resguardo de los proveedores por temor a vender barato y no poder luego reponer las prendas, según detalló un informe de la CAME.
“Hubo un pico de operaciones en el Día de la Madre y después se planchó. Muchos comercios de ese rubro esperan un repunte sobre fin de año. Lo que más salió fueron prendas de vestir”, precisaron.
En tanto, el rubro de calzado y marroquinería tampoco logra repuntar y muestra una de los mayores achicamientos en las tasas de variación promedio, con una caída de 35,9% anual. “Prácticamente no hay negocios que informen variaciones positivas. Sin dudas que la menor circulación de gente en la cuarentena redujo su necesidad, sumado a que es uno de los últimos productos que tienden a recuperarse en momentos críticos para la economía”, señalaron desde la CAME.
De acuerdo con un informe de la Cámara Argentina de Indumentaria (CIAI), el largo cierre de los shoppings durante la cuarentena —que no tuvieron actividad desde marzo hasta mediados de octubre— impactó muy negativamente en el sector, ya que es el “último eslabón” de una gran parte de la cadena textil-indumentaria.
En materia de producción, la industria textil tuvo un 30,7% de caída interanual en agosto para la confección de ropa y 19,4% de baja para telas e hilados. Sin embargo, estas caídas son menores a las registradas en los primeros meses del aislamiento (con un descenso de 78,2% en abril y de 68,2% en mayo). “La producción del sector está transitando hacia la normalización a niveles cercanos a la pre-pandemia”, indicaron desde la CIAI.
El comercio exterior de indumentaria también refleja la crisis que atraviesa el sector. En agosto, las importaciones cayeron 44,8% valuadas en dólares y 51,5% medidas en kilogramos, según datos aduaneros del Indec. La diferencia entre ambas caídas se explica por un aumento de 13,7% en el valor promedio de las prendas importadas. Por su parte, las exportaciones de ropa argentina cayeron 39,6% en comparación con agosto de 2019.