Así lo informó la Superintendencia de Servicios de la Salud, que indicó que el ajuste busca sostener las prestaciones del sistema y cuenta con el compromiso de las entidades del sector de trasladar estas mejoras a los aranceles de clínicas, sanatorios e instituciones de diagnósticos.
El Gobierno aprobó un aumento en las cuotas de la medicina prepaga, según indicó la Superintendencia de Seguros de Salud. “Se aprobó un ajuste a las cuotas de medicina prepaga que se aplicará en forma desdoblada: 15 % en la cuota correspondiente a diciembre 2020 y 10% en la cuota de Febrero 2021”, precisó el organismo.
“Se trata de primer ajuste de 2020. El último fue en Diciembre 2019. Este ajuste apunta a sostener las prestaciones del Sistema y cuenta con el compromiso de las entidades de Medicina Prepaga, de trasladar estas mejoras a los aranceles de Clínicas, Sanatorios e Instituciones de Diagnóstico”, indicó.
Si bien las cuotas de la medicina privada no registraron aumento alguno en este año, el sector recibió algunos beneficios por parte del gobierno para llevar adelante su actividad durante la pandemia. En primer lugar, por tratarse de una actividad considerada esencial, las empresas de salud están incluidas en el Programa ATP, por lo que el estado sigue absorbiendo el pago de una parte de los salarios de sus empleados.
Asimismo, en el comienzo de la pandemia el Gobierno dictó el decreto 300/2020, destinados a beneficiar a los “empleadores pertenecientes a los servicios, establecimientos e instituciones relacionadas con la salud”. A través de ese decreto, que estará vigente hasta fines de noviembre, las empresas tienen el beneficio de estar eximidas del pago de contribuciones patronales y pagan una alícuota menor del impuesto a los débito y créditos bancarios, conocido como “impuesto al cheque”.
Fuentes del sector de la medicina privada señalaron que el aumento de las cuotas resulta insuficiente para el normal funcionamiento de la actividad, aún cuando este incremento se sume a a esos beneficios del decreto, cuya continuidad hacia el futuro no está asegurada, publica el portal Infobae.
El decreto 300 fue emitido el 19 de marzo por un plazo de 90 días. Luego, fue prorrogado el 18 de junio por otros 60 días a través del decreto 545. El 24 de agosto, mediante el decreto 695, se dictó una nueva extensión que finalizará en noviembre.
Destacaron que el incremento, que venía siendo negociado entre las empresas y el gobierno, “sigue siendo insuficiente porque está por debajo de la inflación, pero además por que impacta en un porcentaje menor dentro del universo del sistema de salud privado. Estamos frente a una problemática que va a requerir creatividad”.
“Si se interrumpen de golpe las ayudas como las del Programa ATP o las del decreto 300, el sistema va a tener muchas dificultades para sostenerse. Durante la pandemia, el sistema no pudo reacomodar sus precios y sufrió aumentos de medicamentos e insumos que, en algunos casos, superaron el 500%. A eso, hay que sumarle otro punto negativo que es la caída de la actividad prestacional ocurrida en estos meses, todos aquellos que no van a atenderse por miedo a la pandemia”, explicaron.
En el sector afirman que es difícil establecer el grado de morosidad en el pago de cuotas que pueden llegar a tener si en algún momento se elimina la prohibición de efectuar despidos que está en vigencia. Prevén que en caso de que se modifique esa norma, “muchos desempleados se vean obligados a dejar de pagar no solo las cuotas de la medicina privada sino también de los servicios de clínicas, hospitales de comunidad y otros prestadores que conforman el sistema privado de salud, que es el que atiende al 70% de la población a nivel nacional”.