A horas de que Estados Unidos entre en cesación de pagos, Washington se ha convertido en un hervidero de negociaciones para evitar que la guerra parlamentaria entre demócratas y republicanos termine asestando un duro golpe a la economía del mundo.
Ante el fantasma de una moratoria que haría tambalear a sus principales deudores, entre ellos China, representantes de ambos sectores respaldarían una iniciativa que autorizaría a contratar más deuda para levantar los compromisos con vencimientos más cercanos y reabrir el gobierno parcialmente, cerrado por falta de presupuesto.
El Senado, donde tienen mayoría los demócratas, se reunirá a las 12 hora local (13 de Argentina). Pero la gran incógnita está en la Cámara de Representantes, que comenzará a sesionar dos horas antes bajo el control de los mismos republicanos que el martes se mostraron impotentes para promover su propio plan.
"Esto está de nuevo en marcha", declaró la senadora demócrata Heidi Heitkamp, según la agencia de noticias Europa Press. El líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, y el jefe de los republicanos de la misma cámara, Mitch McConnell, están "muy cerca" de llegar a un acuerdo, afirmó el representante demócrata Chris Van Hollen.
Concretamente, el mentado acuerdo autorizaría a Barack Obama a contraer préstamos hasta el 7 de febrero y al Departamento del Tesoro a contratar mayor endeudamiento después de esa fecha si el Congreso no logra un entendimiento antes de fin de año.
Los trascendidos divulgados por fuentes de ambos partidos indican que el acuerdo garantiza la financiación del gobierno federal hasta el 15 de enero, lo que permitiría acabar con el cierre parcial de la administración que se inició con el nuevo año fiscal el 1 de octubre, resumió Europa Press.
Si esto se llegara a concretar, sería un gran triunfo para la Casa Blanca. Pero lo que nadie dice es que están exigiendo a cambio de su respaldo los republicanos, a quienes Obama les negó de plano la demanda de que se cancelara la reforma sanitaria implantada para dar cobertura médica a todos los estadounidenses.
Las expectativas de que Estados Unidos logre evitar un default, que comenzaría en el primer minuto del 17 de octubre, mantuvieron los mercados internacionales estables.
Las acciones mundiales y el dólar se cotizaban estables en Asia y Europa sostenidos por el principio de acuerdo que debería concretarse en el día de hoy.
Aún cuando el índice de acciones líderes de Europa, el Euro STOXX 50, tuvo una caída tempranera, se terminó limitando al 0,3% un día después de que el índice alcanzó un máximo en dos años y medio.
Igualmente, el dólar se mantenía firme frente a una canasta de monedas y los futuros de las acciones estadounidenses permitían pronosticar un inicio sólido en Wall Street, justo cuando los legisladores comenzarán lo que se considera como su esfuerzo final para llegar a un entendimiento.