“Con las chicas nos mantuvimos comunicadas a través de las redes sociales, nunca dejamos de hablarnos. Pero el volver a vernos nos cambió la cara. Nos cargamos de energía para continuar y terminar el año de buena manera. A nivel competitivo se hablaba de algún torneo relámpago, pero todavía no hay nada claro” expresó la jugadora.
Y agregó, sobre la deserción de algunas compañeras: “Los horarios y los días cambiaron y varias chicas no están disponibles en esos momentos. Además, la cuestión económica complicó el hecho de volver a asociarse al club y mantenerse en el ritmo que veníamos”.
En cuanto a la manera en que realizan las prácticas, Prina comentó: “Lo hacemos todos juntos en distintas burbujas de diez. Nos cuesta bastante la falta de contacto. Estamos tratando de aumentar la intensidad del entrenamiento gradualmente”.
Finalmente, la jugadora hizo referencia a su otro rol dentro del rugby del Aero Club: “Estoy como preparadora física de los más chicos y estamos tratando de generar una buena base, de movernos un poco y volver al ruedo. Me siento muy contenta por hacer lo que me gusta y lo que sé”.